La nueva tecnología 5G ha impulsado recientemente la creación de rutas aéreas combinadas con enlaces terrestres. Esta es una fórmula cada vez más utilizada por las aerolíneas en colaboración con los operadores logísticos de transporte, públicos y privados, y que ha sido analizada en el debate denominado «El futuro del viaje intermodal».
Según publica Crónica Global, estos viajes mixtos pueden combinar el avión con el tren, con la red de transporte público, el taxi, el VTC o servicios de movilidad urbana emergentes como el alquiler de motos eléctricas. E incluso en los «microviajes» hasta el bus o el taxi en los grandes aeropuertos internacionales, tal y como ha destacado Cathy McCann, responsable de Innovación y de Sector Público de Fujitsu en Reino Unido.
Una infraestructura fuerte
Según McCann, «en los pequeños viajes, el 5G puede ayudar mucho a la gente a no perder sus vuelos porque se han perdido en el aeropuerto. Necesitamos una red 5G fuerte», ha coincidido Jesús Monzó, responsable de Distribución y Alianzas de Vueling, que también ha defendido el transporte público, el transporte privado y los horarios dinámicos como herramientas fundamentales de la intermodalidad.
Una de las principales oportunidades que ofrece esta forma de viajar, a su juicio, es «ser capaz de monitorizar en qué parte del viaje estás y adaptarte a disrupciones«, ha señalado Monzó. Por su parte, Miguel Flecha, director de Estrategia y Consultoría de Viajes de Accenture en Europa, ha destacado las pruebas que se están realizando en Estados Unidos para unir vuelos con trayectos de Uber automáticamente conectados y con actualizaciones en tiempo real por si hay retrasos en los vuelos.
Flecha también ha destacado el potencial de la intermodalidad para viajar de forma más sostenible, una tendencia que los clientes ven con cada vez más interés, y aunque ha indicado que en el corto plazo la población podría volar menos e ir más en tren, ha subrayado que está por ver si hay una disposición por pagar más por esta sostenibilidad.
Sobre esta cuestión, McCann ha opinado que si se superan las dificultades en torno al control de datos, se podría optimizar «el flujo de personas y tráfico» para «redireccionar el tráfico desde áreas de altas emisiones», algo que reduciría la contaminación.
En la misma línea, Ralph Gambetta, secretario general de Calypso Networks, se ha mostrado favorable a utilizar este tipo de análisis, ya que «la tecnología está ahí» y «la disposición a compartir datos y acordar reglas de negocio comunes es la parte difícil».
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