China se tomó en serio la meta de convertirse en el más grande actor mundial de las energías renovables, y para muestra basta saber que entre enero y marzo de este año, la energía solar alcanzó una capacidad de 320 millones de kilovatios, lo que supone un aumento del 22,9%.
El gasto en la instalación de paneles está aumentando rápidamente en el gigante asiático, que triplicó la inversión en proyectos de energía solar en los cuatro primeros meses. De hecho, fue de 29.000 millones de yuanes (4.300 millones de dólares), un 204% más que en el mismo periodo del año anterior.
La cifra de la National Energy Administration (NEA) contrasta con los 51.300 millones de yuanes invertidos en energía solar en los 11 primeros meses del año pasado. Con estas medidas y los ánimos por encima de lo previsto, se espera que China instale cantidades récord de nueva capacidad de energía limpia este año.
China, que ya cuenta con el mayor parque de energías renovables del mundo, está acelerando rápidamente las inversiones en proyectos solares y eólicos, ya que pretende construir una red más amplia y flexible para cumplir los objetivos de alcanzar el máximo de emisiones de carbono antes de 2030 y reducirlas a cero en 2060 o antes.
Cabe recordar, que el grupo de expertos Carbon Tracker, comentó en su reciente informe que la caída en el costo de las energías renovables durante los últimos años ha habilitado el acceso a una reserva de energía que puede satisfacer 100 veces la demanda mundial.
Se espera que la demanda de energía de la región de Asia Pacífico casi se duplique para 2030. Y para responder a esto, dos de los mayores emisores, China e India, continúan invirtiendo fuertemente en combustibles fósiles, esto debido a que tiene como objetivo satisfacer su creciente demanda de energía.
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