Las zonas francas mundiales se enfrentan a una gran transformación global económica en los próximos años, marcada por la irrupción de la cuarta revolución industrial, que afecta a ámbitos como la logística, el e-commerce, el e-learning o el Big Data.
Se espera que la globalización y la digitalización ayuden a convertirlas en ‘hubs’ innovadores que fomentarán la actividad económica en sus territorios. De este modo, podrán evolucionar más allá de su papel como entornos de importación y exportación que no están sometidos a los aranceles aduaneros.
Así se ha explicado durante el Congreso Mundial de Zonas Francas, donde se ha destacado el papel de las zonas francas como refugios seguros ante la inestabilidad económica. Por ello, se ha planteado la posibilidad de implementar estrategias dirigidas a los nuevos sectores en los que están surgiendo oportunidades de negocio, como el fintech, el e-commerce, el Big Data o el Internet de las Cosas.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Organización Mundial de Zonas Francas han dado a conocer que siguen trabajando en un proyecto para mejorar la seguridad económica y la trazabilidad de las zonas francas y de las zonas económicas especiales.
Cabe recordar, que la estructura los hubs se centran en tres grupos en función de la tecnología disponible. En el primero, la mercancía estaría previamente separada por rutas o sería fácilmente separable, y únicamente sería necesario distribuirla entre los repartidores.
El segundo es un modelo de hub urbano con mercancía consolidada por referencia que necesita separarse en rutas o pedidos, en el que se encuentran muchas tecnologías de clasificación e innovaciones.
En el tercer tipo, se necesita estocaje y almacenaje, lo que deriva en sistemas de ‘microfulfillment‘ o de ‘nanofulfillment‘.
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