Servicios de reparto tendrán larga vida por delante

En el futuro hay sitio para todos. Al menos a priori. Con la generalización de las consignas y de los puntos de conveniencia para envíos de comercio electrónico, así como con la presión sobre los costes y los problemas que provoca la logística inversa de las entregas fallidas, parecía que, poco a poco, iba poniéndose cerco al reparto domiciliario de paquetería.

Sin embargo, el futuro de las entregas domiciliarias parece asegurado, porque ahora simplemente se está abriendo el espectro de posibilidades para que el cliente termine de convertirse en el centro sobre el que gravita cualquier estrategia empresarial, en lo que se antoja una nueva vuelta de tuerca al vertiginoso escenario mutante en que vive el reparto de última milla.

Así pues, con la cadena logística convertida en un escenario esférico, en cuyo centro se sitúa el cliente, la última milla se encuentra inmersa en nuevos cambios. A juicio de diferentes expertos, se ha producido una disminución del actual porcentaje de entregas que se realizan en 24 horas y que se centrarán en eliminar la angustia que genera la entrega, para sustituirla por la utilización de mejores herramientas de trazabilidad que permitan a los clientes saber a ciencia cierta qué pasa con su pedido en todo momento.

De igual modo, y asumido el hecho de que los clientes ya pagan el servicio de entrega cuando adquieren algún producto en el canal on-line, independientemente de quién asuma su coste efectivo, la colaboración se abre camino como un instrumento destinado a aportar racionalidad en un escenario de entregas domiciliarias caóticas, como es el actual.

De igual modo, también está ganando peso la consideración de la entrega como parte crucial de la experiencia de compra, una tendencia que también pone el foco sobre las necesidades de formación de los repartidores y en la efectividad de las entregas, aspecto que, por su parte, requerirá de inversiones centradas en afinar la llegada al destinatario final.

Eficiencia en metros finales

Para los transportistas de artículos perecederos, la última milla es sólo una parte de la batalla. Los últimos metros son igualmente críticos para las entregas a domicilio de productos alimenticios u otros productos perecederos, y significa que los transportistas de estas industrias tienen que innovar para que el tramo final de su cadena de suministro funcione.

Supply Chain Dive, dijo que los empresarios que prestan servicios de cajas grandes han probado tácticas como entregar en el maletero de un automóvil, dentro de una casa o incluso en el refrigerador, aunque los consumidores se han mostrado reacios a comprar.

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