Pagar un granizado con criptomonedas es posible en las calles de «Bitcoin Valley», un proyecto en la turística ciudad hondureña de Santa Lucía con el que el país se aventura en la fiebre de las monedas digitales. La pequeña localidad de Santa Lucía, situada en las montañas a solo 20 minutos de la capital del país, Tegucigalpa, se ha convertido en una ciudad bitcoin.
Según Reuters, propietarios de grandes y pequeños comercios en este enclave turístico intentan adaptarse a manejar criptomonedas como forma de pago, mientras esperan que esta medida atraiga más turismo a la región. «Que sepan que aquí se puede usar y poderla utilizar va a abrir más espacio y atraer más gente» dijo refiriéndose a las criptomonedas César Andino, gerente de la plaza comercial Los Robles en Santa Lucía.
El proyecto «Bitcoin Valley» tiene como objetivo que inicialmente 60 empresarios reciban formación y adopten las criptomonedas como una forma para comercializar sus productos, con expectativas a que esta iniciativa gane adeptos en otras zonas cercanas y se extienda a más negocios y comunidades.
Rubén Carbajal Velázquez, profesor de la Universidad Tecnológica de Honduras, dijo que en Santa Lucía «se va a educar a toda su comunidad para el uso y el manejo de las criptomonedas (…) y generar criptoturismo«. Mientras algunos países latinoamericanos se están lanzando a explorar el potencial de las criptomonedas, este tipo de divisas también trae de la mano algunos riesgos.
En septiembre de 2021, El Salvador adoptó el bitcoin como moneda de curso legal contando incluso con su propia «Bitcoin Beach» en la ciudad de El Zonte, un destino frecuentado por los amantes del surf. La apuesta del país centroamericano por el bitcoin se vio golpeada por la caída del mercado en junio, cuando sus criptoactivos perdieron alrededor del 50% del valor por el que fueron adquiridos.
En un intento por hacer frente a la volatilidad de la divisa, el «Bitcoin Valley» hondureño «transmitirá a los comercios el pago instantáneo ya en la moneda local, para de esta manera eliminar el riesgo de la fluctuación», explicó Leonardo Paguada, fundador de la organización Block Chain Honduras, que promueve el uso de criptomonedas en el país.
Las posturas críticas hacia la expansión del bitcoin señalan que este tipo de operaciones pueden alimentar la economía en las sombras y la inestabilidad financiera, a la vez que elevan la brecha digital, ya que los sectores más pobres de la sociedad tendrán dificultades para acceder a esta tecnología.
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