Según la agencia calificadora de riesgos S&P Global Ratings, Guatemala mejoró su calificación crediticia de BB-, que significa que el país tiene perspectivas positivas, a BB, referente a que las perspectivas son estables.
De acuerdo con el Banco de Guatemala (Banguat), esta mejora en la calificación crediticia se basa en una decisión que corresponde “principalmente, en la resiliencia y en la estabilidad macroeconómica de larga data de la economía guatemalteca”. Otros aspectos, según publica La Hora, que se destacan por el banco central, con motivo de la nueva calificación que se le da al país en materia crediticia son:
- La sólida posición externa.
- El nivel moderado de la deuda pública respecto del Producto Interno Bruto (PIB).
- Tener una política monetaria prudente.
“La perspectiva estable refleja la expectativa de que el manejo macroeconómico cauteloso continuará prevaleciendo en el corto y mediano plazo, a pesar de las condiciones externas poco favorables y de las elecciones generales programadas para junio del presente año”, se señala en la nota.
La referida agencia calificadora de riesgo publicó su informe con la nueva calificación crediticia para Guatemala el pasado martes 11 de abril, y detalla que la recaudación tributaria se ha fortalecido durante los últimos dos años.
Entre las cifras que justifican dicha aseveración se encuentra que la carga tributaria incrementó de 10.7 por ciento en 2019 a 12.1 por ciento en 2022, respecto del PIB. Los datos demuestran que en esos años hubo mejoras en la administración tributaria que fueron observadas por S&P Global Ratings.
Banco Guatemala e Inflación
También se indica en el informe que la política monetaria de Guatemala sigue reflejando las acciones del Banguat, enfocadas en el control de la inflación “así como su independencia operacional”.
De esa cuenta, se explicó que la situación se ha materializado en un aumento de 300 puntos básicos en la tasa de interés de política monetaria, desde mayo de 2022, lo cual permite esperar que “la tasa de inflación interanual converja al punto central de su meta a finales de 2024”.
Además, se indica que la calificación crediticia del país podría mejorar en el corto o mediano plazo “si el entorno político y la implementación de políticas económicas favorables elevan la confianza de los inversionistas, induciendo un crecimiento económico mayor al esperado”.
Finalmente, se indicó que aunado a lo anterior se podría tener un avance gradual en el fortalecimiento del marco regulatorio y legal del país, para reducir la incertidumbre y fortalecer el Estado de Derecho.
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