Concentrarse en reponer las reservas de los niveles de ingreso, garantizar la sostenibilidad de la deuda, salir de la lista del Grupo Acción Financiera Internacional (Gafi) y seguir reduciendo el déficit fiscal, fueron algunas de las recomendaciones que realizó el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a la consulta que hicieron al artículo IV que habla de Panamá correspondiente al año 2022.
Tal como publica La Estrella de Panamá, los directores ejecutivos estuvieron de acuerdo en que Panamá registró una vigorosa recuperación tras la pandemia, apuntalada por una reactivación de la economía mundial, ya que el producto interno bruto (PIB) se expandió 15% en 2021, y para 2022 se proyectó en 10.8%.
Mientras tanto, el empleo repuntó con fuerza, en tanto que la inflación permaneció en niveles bajos en comparación con otros países, el déficit fiscal disminuyó de 10,4% del PIB en 2020 a 4% del PIB en 2022. Aún así las perspectivas, según el FMI, “siguen siendo inciertas” debido a los riesgos de nuevos shocks externos.
¿Qué debe hacer?
Los directores del FMI coincidieron en que Panamá deberá centrarse en políticas que le permitan reponer las reservas y garantizar que los niveles de ingreso sigan convergiendo con los de los países avanzados.
Destacaron la importancia crítica de fijar como prioridad la salida del país de la lista gris del GAFI lo “más pronto posible” para subsanar las deficiencias pendientes en el marco regulatorio de lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
Para lograr una sostenibilidad de la deuda, los directivos subrayaron la importancia de que el país siga reduciendo el déficit fiscal, conforme a la regla fiscal. Estuvieron de acuerdo en que será necesario incrementar el ingreso tributario para reducir de forma sostenible el déficit fiscal y a la vez preservar el gasto social y crear margen para un mayor gasto en educación.
En este sentido, los directores destacaron la importancia de mejorar la eficiencia de la recaudación tributaria y aduanera; reducir las exenciones, las deducciones y el gasto tributario a fin de ampliar la base imponible; y corregir los déficits en el componente de prestaciones definidas del sistema de seguridad social.
Ven positivo que los indicadores de suficiencia de capital y liquidez en el sector bancario se encuentran “holgadamente” por encima de los mínimos regulatorios, tomando en cuenta que no hay un prestamista de última instancia ni un sistema de garantía de depósitos. Sin embargo, hicieron hincapié “en la importancia de mantener el sistema bancario debidamente capitalizado y líquido”.
También recomendaron la necesidad de una “supervisión y vigilancia continuas e intensas”, y de ampliar el conjunto de herramientas de política macroprudencial a fin de mitigar futuros riesgos de calidad de los activos y liquidez. Instaron asimismo a someter a las empresas tecnofinancieras al régimen de regulación y supervisión.
Los directores indicaron que en el pasado la convergencia del ingreso de Panamá con el de las economías avanzadas obedeció a un auge de construcción sin precedentes. Para dar continuidad a esta convergencia, manifestaron la necesidad de que otros sectores productivos llenen el vacío dejado por la construcción, así como la de mejorar la gestión de gobierno y realzar el capital humano.
Hicieron un llamado para que se ejecuten reformas estructurales con el fin de promover la innovación, mejorar la infraestructura esencial y reforzar las políticas laborales para fomentar la competitividad y el potencial de crecimiento.
Para ello, los directores alentaron a las autoridades panameñas a procurar suscribirse a las Normas Especiales para la Divulgación de Datos (NEDD), e insistieron en la importancia de contar con estadísticas más puntuales, lo cual mejoraría la transparencia.
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