Según las últimas informaciones, representantes de Estados Unidos y Reino Unido denunciaron que el gobierno de Rusia estaría utilizando a terceros países para evadir las sanciones de Occidente impuestas a los componentes utilizados en la fabricación de equipamiento militar, y alertaron al respecto a Kazajistán, aliado de Moscú en Asia Central.
Tal como publica EFE, la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, Elizabeth Rosenberge, dijo en una conferencia realizada en la capital de Kazajistán que «el Kremlin encargó a sus servicios de inteligencia hallar las vías para hacer esto«.
Junto a David Reed, representante de la Secretaría de Exteriores de Reino Unido y Matthew Axelrod, subsecretario del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Rosenberg llegó a Astaná para impartir conferencias sobre el cumplimiento de las sanciones impuestas a Rusia por su campaña militar en Ucrania. «Rusia busca compañías internacionales para trabajar, operan a menudo a través de mediadores o con empresas fantasmas para ocultar sus acciones», enfatizaron.
Rosenberg añadió que estas compañías pueden ser detectadas por sus «conductas sospechosas, como su reciente creación para suministrar mercancías de importancia crítica a Rusia, carecer de una dirección postal o utilizar medios extraños para el pago, tales como compras en efectivo o redirección de los pagos por otros países«.
La representante estadounidense explicó que su gira por Asia Central está dirigida a «evitar la evasión de sanciones y ventas de mercancías y servicios que sirvan a la maquinaria bélica» del presidente ruso, Vladímir Putin. «Nuestro objetivo radica en no permitir que Rusia modifique los perfiles de mercancías para la guerra«, señaló.
Por ello alertó que las empresas de Kazajistán tendrán que elegir entre «conservar sus relaciones con los mercados mundiales más importantes o convertirse en participantes activas de las acciones bélicas de Rusia, facilitando o cerrando los ojos al suministro de mercancías» que terminan en el campo de batalla.
Por su parte, Reed constató que en base «a informaciones comerciales de fuentes abiertas, se observan determinados altas demandas en la exportación de mercancías sancionadas por Reino Unido a Kazajistán, y los correspondientes niveles de estas mercancías en Rusia». «Sabemos que algunas de estas mercancías llegan a las zonas de acciones bélicas en Ucrania. Consideramos que ni Reino Unido ni Kazajistán desean esto», dijo.
Axerold añadió que «el control de las exportaciones y las sanciones afectaron las cadenas de suministros técnico militares y de compra de armas«, a lo que Rusia respondió con búsquedas de rutas alternativas.
En ese sentido alertó que si las compañías occidentales que producen este tipo de mercancías «no pueden verificar que los socios extranjeros cumplan las sanciones pueden cancelar esos negocios«.
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