El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que «reforzar» la relación entre la Unión Europea (UE) y los países de América Latina y el Caribe (ALC) es un «imperativo estratégico» y un mes y medio antes de la cumbre con los países de la CELAC, apostó por impulsar una coordinación permanente con la región.
«A veces, esta relación se ha dado por hecha o incluso se ha descuidado«, dijo Borrell en una rueda de prensa en la que presentó una nueva estrategia de la Comisión Europea (CE) para acentuar la relación entre la UE y América Latina y Caribe.
Tal como publica Agencia EFE, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores señaló que si «la dimensión política» de esa relación «se ha ido dejando» hasta el punto de no haber celebrado una cumbre en ocho años se debe a «razones imputables a las dos partes«. Cito, por ejemplo, la crisis política en Venezuela o la «deriva autoritaria» en Nicaragua o el Brexit, la crisis migratoria que sufrió la UE en 2015 o la ampliación al este del club comunitario que ha «virado» el centro de gravedad geográfico europeo.
Pero «en el contexto geopolítico actual, reforzar la relación entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe es un imperativo estratégico. Queremos llevar esta relación a un nivel más alto», afirmó Borrell. «La UE y América Latina y el Caribe son socios predilectos«, dijo en su cuenta oficial en Twitter y en la misma línea la presienta de la CE, Ursula von der Leyen, que la semana que viene viajará a Brasil, Argentina, Chile y México.
Por eso, la Comisión Europea quiere crear un mecanismo permanente de coordinación con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que de continuidad a los posibles pactos que se alcancen en las cumbres al más alto nivel, que la UE quiere celebrar cada dos años.
La Comisión aspira a que este nuevo instrumento permita un contacto frecuente entre funcionarios de ambos bloques y ayudar así a promover futuras iniciativas de cooperación entre la UE y la CELAC. Esa será una de las grandes propuestas que la UE aspira a pactar en la cumbre con la CELAC, los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas.
El vicepresidente de la CE y responsable de comercio, Valdis Dombrovskis recordó que el comercio entre ambos bloques representa actualmente 369 millones de euros y que más de un millón de puestos de trabajo de la UE dependen de las exportaciones a América Latina.
En este sentido, insistió en la necesidad de que la cumbre con la CELAC suponga un «hito importante y una oportunidad política» para avanzar en la ratificación del acuerdo comercial con Mercosur, firmado en 2019, pero cuya ratificación está paralizada por el temor de países como Francia a que la importación de la carne desde Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, afecte a sus ganaderos.
Bruselas también reiteró su deseo de poder ratificar la modernización del acuerdo comercial entre la UE y México y finalizar los procesos para la firma del nuevo acuerdo comercial con Chile. La Unión Europea es consciente de que América Latina y el Caribe dispone de materias primas esenciales para la transición energética a la que aspiran los Veintisiete y subraya la necesidad de llegar a acuerdos con los países latinoamericanos para el suministro de estos recursos.
Bruselas, que ya tiene un acuerdo con Chile para el suministro de litio, fundamental para la fabricación de baterías, quiere cooperar con los países de la región para crear el Club global de Materias Primas Críticas. También quiere impulsar los planes de inversión que la UE ha puesto en marcha en América Latina, Asia y África para hacer frente a la nueva ruta de la seda de China.
«Esta es una comisión geopolítica, una comisión que no ha dado la espalda al resto del mundo a pesar de la guerra (de Rusia contra Ucrania) en suelo europeo», destacó, por su parte, la comisaria de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, al recalcar que la UE y América Latina y el Caribe son «socios naturales» y «socios de elección».
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