La transición de los combustibles fósiles a las energías renovables es esencial para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero que están provocando el rápido cambio climático, pero en muchos casos, la desinformación y los malentendidos sobre la energía solar y la eólica han retrasado su proceso dentro de la transición energética.
Por lo que, los investigadores del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de Colorado, Estados Unidos, han publicado un artículo en la revista Nature Physics, donde han rebatido las afirmaciones de que la adopción de la energía solar dará lugar a una «montaña de residuos» de paneles desechados, desmontando mitos sobre este tema en las redes sociales y los medios de comunicación.
En su artículo, los investigadores reconocen que se necesitan 75 teravatios de capacidad solar fotovoltaica (FV) en todo el mundo para ayudar a limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados, lo que comprensiblemente ha provocado una creciente preocupación por la cantidad de residuos que puede generar su desmantelamiento.
Por otro lado, en el artículo demuestran que la supuesta toxicidad de los paneles solares ha sido muy exagerada por los medios de comunicación e incluso por los departamentos gubernamentales, ya que los impactos del cambio climático no mitigado son mucho más peligrosos y mortales que cualquier posible riesgo planteado por las energías renovables.
Por lo que, el reciclaje de módulos solares es fundamental para descarbonizar la cadena de suministro fotovoltaica y minimizar los residuos. Además, también señalan que los rápidos avances en la tecnología solar están permitiendo a los fabricantes empezar a apuntar a una vida útil de 50 años para los paneles, lo que en el peor de los casos, podrían acumularse 160 millones de toneladas métricas de residuos de paneles solares de aquí a 2050.
Eso parece mucho pero los investigadores demuestran que equivale a una fracción ínfima de los residuos de otras fuentes, como el carbón porque 35 años de residuos acumulados de módulos fotovoltaicos (2016-2050) se ven empequeñecidos por los residuos generados por la energía de combustibles fósiles y otros flujos de residuos comunes.
Como el volumen de cenizas de carbón y residuos de lodos oleosos procedentes de la energía de combustibles fósiles es hasta 300-800 veces y 2-5 veces mayor que el de los módulos solares y lo que es más importante, la mayoría de los residuos solares ya son reciclables, con una creciente industria del reciclaje que se desarrolla en torno a la recuperación de materiales para su reutilización.
Además de la preocupación por la gran cantidad de residuos, los autores de este artículo afirman que la desinformación sobre los materiales tóxicos de los módulos solares ha dado lugar a afirmaciones engañosas o exageradas sobre los daños que los residuos solares suponen para la salud humana y el medio ambiente, lo que se ha sumado a la oposición pública al desarrollo de la generación solar.
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