Maersk percibe que desde el pasado mes de abril se está abriendo paso una nueva etapa en el mercado global de contenedores y ha actualizado sus previsiones económicas para este ejercicio.
El grupo naviero danés estima, de manera particular, que, debido a la sólida demanda en el mercado de contenedores y a la perturbación generada por la crisis en el mar Rojo, se está incrementando la congestión portuaria, especialmente en Asia y Oriente Medio. De igual modo, la compañía también contempla que, como consecuencia de la situación, se registra una tendencia sostenida al alza en los fletes de contenedores.
Todos estos condicionantes del mercado le permiten atisbar a Maersk unos resultados económicos más sólidos en la segunda mitad de 2024 que se reflejarán en mejoras en su Ebitda y en su flujo de caja.
Maersk contempla un escenario de mercado con una demanda fuerte, pero con la oferta afectada por viajes no realizados, rutas alargadas, escasez de contenedores y retrasos que se han traducido en un incremento de la congestión portuaria, especialmente en Asia y Oriente Medio, así como en un desequilibrio entre oferta y demanda que se refleja en los recientes incrementos de fletes, tras un primer trimestre de 2024 estable.
La naviera estima que la crisis en el mar Rojo y los cuellos de botella que se están generando en la cadena de suministro se mantendrán, por lo que se necesita aumentar la capacidad de la flota para estabilizar los flujos.
Sin embargo, el grupo danés también percibe un alto nivel de incertidumbre, con una fuerte volatilidad que impide realizar previsiones en relación con la evolución en el futuro a corto plazo de la oferta y de la demanda en este mercado.