Donald Trump inició lo que los especialistas en materia financiera califican como “guerra comercial 2.0”. Las últimas semanas hemos visto vaivenes en los mercados por el constante anuncio de aranceles cuyo impacto en la economía global aún está por mostrar sus efectos, nos dijeron desde Nowports, el primer freight forwarder digital de América Latina.
La industria automotriz no escapa de este fenómeno, y ya se empezó a sentir con dos gigantes de este sector. Jaguar Land Rover (JLR), una de las marcas más emblemáticas del Reino Unido, confirmó la suspensión temporal de sus exportaciones a Estados Unidos como respuesta al arancel del 25% aplicado a vehículos (de lujo) importados desde territorio británico, indica Fayer Wayer.
La decisión afecta a modelos clave como el Range Rover, Defender y Jaguar F-Type, que hasta ahora mantenían una presencia sólida en el mercado estadounidense. Por su parte, el sitio Infobae reseña que voceros de la marca dijeron que la medida de detener los envíos de autos busca dar tiempo para redefinir la estrategia comercial mientras se evalúan los efectos de las nuevas tarifas. En pocas palabras, ya decidieron que el impacto lo pagará el usuario en el precio final. La pausa en los envíos se mantendrá, al menos, durante el mes de abril, explicaron.
Nissan Motor, por ejemplo, también ha tomado cartas en el asunto. La compañía japonesa anunció que dejará de aceptar nuevos pedidos en EE.UU. de los modelos Infiniti QX50 y QX55, ensamblados en su planta conjunta con Mercedes-Benz en Aguascalientes, México. El último lote de producción para este mercado saldrá en junio.
Aunque los modelos Infiniti no enfrentan exactamente los mismos aranceles que los vehículos británicos, la incertidumbre comercial, sumada al débil desempeño reciente de la marca en el segmento premium, motivó a Nissan a ajustar su estrategia en Norteamérica. La empresa nipona aclaró que la producción de estos modelos continuará, pero estará destinada a ejemplares que serían para Canadá, Panamá, México y Medio Oriente.
Audi también toma medidas
La automotriz alemana Audi también anunció la suspensión temporal de sus exportaciones de vehículos hacia Estados Unidos, en respuesta a la entrada en vigor de un nuevo arancel del 25% sobre autos y autopartes importados, anunciado por el presidente Donald Trump, agregaron los especialistas de Nowports.
De acuerdo con la nueva disposición, el arancel se aplicará a partir del próximo 3 de mayo a todos los vehículos ensamblados fuera de territorio estadounidense, así como a las piezas automotrices importadas.
Esta medida afectará tanto a los autos completos como al costo de producción local y las reparaciones, debido al encarecimiento de los componentes. En un comunicado dirigido a su red de concesionarios en Estados Unidos, Audi indicó que todos los vehículos que hayan ingresado al país después del 2 de abril deberán ser retenidos y no serán distribuidos hasta nuevo aviso.
Actualmente, la compañía cuenta con un inventario de más de 37 mil unidades disponibles para venta inmediata, lo que representa aproximadamente dos meses de abastecimiento. No obstante, ninguno de los modelos de la marca se ensambla dentro de Estados Unidos, por lo que Audi depende totalmente de la importación, obligándola a absorber los nuevos costos impositivos.
Uno de los modelos más vendidos por la firma en el mercado estadounidense es el Audi Q5, fabricado en México. Otros modelos provienen de plantas ubicadas en Alemania, Hungría y Eslovaquia.
Finalmente, aún está por determinarse el duro impacto a la importación de vehículos desde China, donde al cierre de éste artículo, se habla de aranceles del 145% para gran parte de la producción de bienes del gigante asiático, finalizaron los expertos de Nowports.
Pueden contactar a Nowports el Freight Forwarder digital en www.nowports.com