Aena ha celebrado su Junta General de Accionistas, en la que su presidente y consejero delegado, Maurici Lucena, ha destacado que “España tiene la fortuna de contar con un transporte aéreo vibrante y muy competitivo, cuya base son unos aeropuertos de gran calidad y muy eficientes».
El gestor aeroportuario ha culminado el ejercicio con unos excelentes resultados y un elevado grado de cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad. Así, durante la Junta ha repasado las actuaciones llevadas a cabo en el marco del Plan de Acción Climática 2021-2030, pues según Lucena, el desafío más importante del sector en las próximas décadas es la descarbonización de su actividad. En concreto, en 2023 se ha superado el objetivo de reducción de emisiones establecido para el año en nueve puntos, con una disminución total de un 70%.
A su vez, se ha mantenido por cuarto año consecutivo la compra de electricidad 100% con garantía de origen renovable, que es suministrada a todas las empresas que trabajan en la red de aeropuertos de Aena a través de su red de distribución propia.
La compañía continúa también con su plan de electrificación de la flota de vehículos que operan en los aeropuertos y ha instalado más de 1.100 puntos de recarga eléctricos en los aeropuertos españoles. Además, tras la adjudicación de las nuevas licencias de handling en España, mediante un concurso público con exigentes requisitos medioambientales, espera que esta actividad evolucione de manera progresiva hacia las cero emisiones.
Por otro lado, recientemente se ha presentado una actualización del Plan Estratégico 2022-2026, que adelanta en una década su objetivo de cero emisiones, que ahora pretende alcanzara en 2030. Además, esto supone alcanzar sus metas 20 años antes del compromiso ‘Net Zero’ fijado por el sector.
Lucena se ha mostrado convencido de que, con los avances que ya se han producido en el terreno de la reducción de emisiones, seguidos de la renovación de flotas con aviones que cada vez contaminan menos, la mejora de la eficiencia de los servicios de navegación aérea y la subida del diapasón regulatorio medioambiental de la UE y OACI, serán capaces de conjugar el incremento del tráfico aéreo mundial con la gradual descarbonización del transporte aéreo.
El gestor aeroportuario, por cierto, se está preparando para un aumento apreciable de las inversiones para el periodo 2027-2031, en el marco de la propuesta del Dora III. El objetivo es sincronizar la capacidad de los aeropuertos con la demanda prevista, adecuar las infraestructuras a los nuevos requisitos de seguridad y mantener la calidad del servicio.