Tras haberse firmado el acuerdo de cielos abiertos entre República Dominicana y Estados Unidos, que no implica la entrada en vigor de inmediato, las opiniones continúan generando debates en torno al tema. En esta oportunidad, es el presidente de la Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA) y de la aerolínea Air Century, Omar Chahin, quien se pronuncia.
Según publica El Dinero, el ejecutivo dijo que, a pesar de que estuvo presente al momento de la firma, no conocía los detalles del documento “ya que las aerolíneas dominicanas no participamos del análisis y revisión del mismo”, lo que genera incertidumbre sobre los efectos que el acuerdo podría tener en la industria aérea local. En ese sentido, expresó su preocupación y escepticismo acerca del convenio. Chahin destacó que es difícil proyectar el impacto, tanto positivo como negativo, que este acuerdo podría traer para los usuarios y para el sector aéreo nacional. Aunque se han resaltado ciertas “bondades” del acuerdo, el presidente de ADLA cuestionó la realidad de esos beneficios.
Entre los puntos que generan dudas, Chahin mencionó el supuesto incremento en las frecuencias y ofertas aéreas. Según él, las autoridades dominicanas ya habían flexibilizado la designación de rutas a aerolíneas estadounidenses, permitiendo que explotaran rutas entre ambos países sin limitaciones significativas, lo que pone en duda la necesidad y el impacto de este nuevo acuerdo.
Asimismo, refutó la idea de que el acuerdo llevaría a una disminución en los precios de los boletos aéreos y a una “democratización” de las tarifas. Chahin argumentó que los precios en República Dominicana están fuertemente influenciados por las altas tasas e impuestos, que superan los US$100 más un impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS) del 18% sobre la tarifa, una carga que calificó como “mucho mayor” que en Estados Unidos. Además, mencionó que el pasado año hubo un aumento en dos tasas locales, lo que afectó aún más el costo de los boletos y el flujo de pasajeros.
En cuanto a la competencia entre aerolíneas de ambos países, Chahin señaló la falta de equidad, destacando que las aerolíneas estadounidenses gozan de beneficios significativos, como financiamiento a bajas tasas, regímenes fiscales ajustados a la industria y apoyo estatal, mientras que las aerolíneas dominicanas enfrentan altos costos de financiamiento y carecen de un marco fiscal o legislativo que incentive su crecimiento.
El presidente de ADLA también mencionó que, aunque en 2023 se promulgó una ley de incentivos para la aviación comercial, esta no ha logrado solucionar los grandes retos que enfrenta el sector. Chahin cuestionó si el equipo dominicano que participó en la revisión del acuerdo estuvo bien asesorado en materia de transporte aerocomercial, y se mostró escéptico sobre si se tomaron las medidas necesarias para preservar las garantías del sector nacional.
Finalmente, Chahin concluyó que son más las incertidumbres que las certezas en torno a este acuerdo, aunque mantiene la esperanza de que resulte beneficioso tanto para los usuarios como para la industria aérea nacional, la cual, según él, ha enfrentado numerosos obstáculos en su desarrollo.
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