Una de las principales materias primas del mundo, el acero está más presente en la vida de los seres humanos de lo que se piensa. Hoy la cadena de valor del sector del acero en América Latina genera 1,2 millones de puestos de trabajo y se enfrenta a uno de los desafíos más importantes de su historia: cómo liderar la transición hacia una industria sustentable con el medio ambiente.
Según el último IPCC de la ONU “la sustentabilidad del medio ambiente está en un punto de inflexión y ya se observan cambios en el sistema climático de la Tierra que no tienen precedentes”. Para restaurar nuestro planeta, tenemos que cambiar la forma en la que hacemos las cosas.
Actualmente, el 80% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) provienen de la emisión de Dióxido de Carbono (CO2) a la atmósfera y, de este total, entre el 7% y el 9% tienen su origen en la industria siderúrgica mundial. Si bien América Latina no supera el 2,8% de las emisiones del sector, la región será una de las más afectadas por el cambio climático. Por lo que una de las principales acciones para mitigar el cada vez más acelerado calentamiento global es avanzar hacia un proceso de descarbonización.
El acero es uno de los materiales más utilizados en el mundo. Está presente en casi todo: edificios, puentes, autos, maquinaria, tornillos, instrumentos quirúrgicos, cocinas, sartenes, rieles, aires acondicionados, heladeras, lavarropas. Por suerte su reciclabilidad es infinita.
¿Qué significa eso? Que el acero puede reciclarse una y otra vez sin perder sus propiedades. De las 1,8 millones toneladas de acero que se producen por año, World Steel calcula que se utilizan 630 millones de tons. de chatarra como insumo, ahorrando 950 millones de tn de CO2.
Para ponerlo en dimensión, podemos decir que, en toneladas, el reciclaje de acero es superior a la suma de todo el papel y el plástico reciclados en el mundo. La evolución de las diferentes naciones hacia un futuro sustentable depende, en gran medida, del uso del acero.
Sin embargo, para liderar este cambio es necesario que el sector del acero enfrente sus desafíos. Hoy en el mundo hay sobreproducción de acero (se produce más de lo que necesitamos cada año). La mitad del acero del mundo lo produce China, el país que más CO2 emite a la atmósfera.
América Latina tiene una ventaja. Tenemos una de las producciones de acero más eficientes y sustentables del mundo. Por cada tonelada de acero producida las empresas latinoamericanas emiten 1,6t CO₂, cifra inferior al promedio mundial según World Steel de 1,8 ton. Por su parte, China, el mayor productor mundial de la materia prima, emite 2,1t CO₂, un 31% más que Latinoamérica.
Hoy la industria latinoamericana ya está haciendo un esfuerzo enorme por avanzar en la descarbonización. Algunos ejemplos que podemos comentar entre nuestros socios: el CO2 que producen dos plantas de Ternium en México es capturado, envasado y termina en las bebidas gaseosas que todos consumimos. Arcelor Mittal pavimentó más de 2000 calles en los municipios de Vitoria, Brasil, utilizando más de 2 millones de coproductos salidos de los altos hornos. Y Gerdau produce fertilizantes con el coproducto que surge del horno cuchara.
La industria va hacia la economía circular
Alrededor del 90% del agua utilizada en la industria del acero se limpia, enfría y se devuelve a la fuente. Gran parte de la pérdida se debe a la evaporación. El agua que regresa a los ríos y otras fuentes es generalmente más limpia que cuando se extrae.
Pero esto no alcanza. Si queremos acelerar la descarbonización tenemos que trabajar con gobiernos, trabajadores y la sociedad en planes disruptivos para el futuro. La industria podría usar 100% de energías renovables para la producción, podemos aumentar el uso de coproductos.
Esto requiere de las empresas inversión y de los gobiernos financiamiento e incentivos impositivos para aquellos que motoricen la transformación. Además, que protagonicemos la discusión global sobre los ajustes de frontera en el comercio exterior de acero y sus subproductos.
Las exportaciones de acero y sus derivados son muy importantes para la región. Tenemos que lograr que la eficiencia en su producción sea tomada en cuenta como un valor agregado en la discusión sobre los nuevos impuestos y aranceles por cuestiones ambientales.
América Latina tiene empresas de acero competitivas, a la vanguardia de la tecnología, comprometidas con la sustentabilidad, generadoras de empleo industrial de calidad y listas para ser pioneras en la transformación tecnológica del siglo XXI hacia un mundo más sustentable.
Alejandro Wagner
Director Ejecutivo de Alacero
Asociación Latinoamericana del Acero
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