Los costes de almacenamiento han vuelto a crecer en el tercer trimestre, con lo que se mantiene la tendencia iniciada en el primer cuarto de 2022, según los últimos datos publicados por Transport Intelligence.
Esta evolución es común a todo el mundo, pero se refleja especialmente en los Estados Unidos y Europa, zonas en las que las tasas de disponibilidad son tradicionalmente bajas. A esta situación se une el hecho de que las nuevas construcciones de almacenes y plataformas logísticas en ambas áreas económicas se reducirán drásticamente este 2023 con relación a 2022, con el fin de adaptarse a una situación económica compleja e incierta, en la que, además, también afectan el endurecimiento de las condiciones de financiación y el alza en los costes de construcción.
Como consecuencia de esta situación de escasa oferta, las rentas se mantienen al alza tanto en el mercado estadounidense como en el europeo, mientras que permanecen estables y con ligeras variaciones en Asia.
De cara al próximo 2024, Transport Intelligence prevé un panorama en el que la absorción de espacios de almacén empezará lenta, en línea con la demanda logística y la evolución de la producción industrial, para ir calentándose a medida que avance el ejercicio, y más especialmente en la segunda mitad del año.
Consecuentemente, el próximo ejercicio se perfila con nuevos incrementos en los costes de almacenamiento a lo largo de todo el año, con subidas en paralelo de las rentas.