El comercio entre los países centroamericanos es fundamental, ya que una proporción considerable de las ventas al exterior de las empresas locales tienen como destino otros mercados de la región.
Tal como señala Amy Zepeda de SEAL, Servicios Especializados de Aduana y Logística, las expectativas para este año son positivas a pesar de las incertidumbres.
“En América Central, las autoridades del Banco Central de Guatemala (BCG), aseguraron que esperan tener durante el 2023 un ligero crecimiento en el consumo interno y estabilidad en las exportaciones, pese a la desaceleración económica mundial por los conflictos internacionales, la escasez de materia prima y múltiples interrupciones en cadenas de suministro producidas por las todavía presentes congestiones portuarias en algunos terminales”, apuntó
No obstante las crisis políticas, sociales, económicas y sanitarias, los reglamentos no equilibrados o la falta de estos, son factores que podrían perjudicar en el futuro los flujos comerciales entre los países centroamericanos.
En este sentido debe existir un equilibrio, pues en muchos países se han enfrentado a regulaciones que tienen como fundamento temas de salud, pero que se traducen en normas que afectan el comercio, por lo que es necesario encontrar balances, entre los objetivos legítimos de salud y los objetivos de intercambio.
Según el representante de Sieca, «se están observando una serie de regulaciones de bienes que a Centroamérica le interesan que tiene que ver con contenidos y residuos de productos químicos, micronutrientes, niveles aceptables de preparaciones alimenticias y propiedad intelectual.»
En todo caso poner en balance esta discusión no es sencillo y la propia experiencia es de difícil reconciliación, concluye el especialista.
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