El transporte marítimo representa casi el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y en el caso de los puertos, los buques que realizan rutas transoceánicas suelen ser estar entre los principales responsables junto al transporte terrestre.
Ambos generan emisiones mucho más elevadas que las embarcaciones portuarias de apoyo y los equipos de manipulación de la carga. Los puertos tienen un papel importante como facilitadores de la descarbonización de la industria del transporte marítimo. El uso de tecnologías portuarias inteligentes para facilitar la llegadas de buques ‘just in time‘ tiene el potencial de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes en los puertos de todo el mundo.
Los últimos estudios de Drewry demuestran que la inversión en puertos con un tiempo de espera desproporcionado generará los mayores beneficios para el sector en su conjunto. La navegación, la aproximación a puerto y la espera son las áreas clave en las que se podrían ahorrar emisiones.
En este sentido, un elemento importante de las emisiones evitables en los puertos es el tiempo que los buques pasan esperando anclados antes de atracar. Drewry ha analizado el rendimiento de 193 de los mayores puertos de contenedores del mundo, obteniendo como resultado que en 2023 el tiempo total de espera antes del atraque se mantuvo un 40% por encima de los niveles de 2019.
En el transporte marítimo de contenedores, los amarres se asignan generalmente por ventanas de atraque, con horarios multipuerto desarrollados para permitir la llegada puntual a cada puerto.
El análisis muestra que, tras la pandemia, un número significativo de buques ha seguido operando bajo la premisa de navegar rápido y luego esperar, lo que se traduce en una hora de llegada más temprana al puerto, independientemente de si hay un puesto de atraque disponible o no.
Sistemas ‘just in time’
Los sistemas de llegada ‘just in time’ pretenden reducir las esperas adaptando la velocidad de los buques a la disponibilidad de atracaderos. Permiten reducir la velocidad, disminuyendo el consumo de combustible y las emisiones en el viaje, disminuyendo el tiempo empleado y las emisiones generadas en las zonas de fondeo de los puertos.
Además, los servicios de transporte marítimo de contenedores suelen hacer escala en varios puertos costeros o regionales, y el orden de las escalas suele estar dictado por la geografía. Una mayor coordinación entre estos puertos podría ayudar a reducir las emisiones de los buques, sobre todo cuando la duración de los viajes es relativamente corta, como en la costa este de Estados Unidos.
Esto permitiría que los buques recibieran un aviso de las condiciones de disponibilidad de atraque para su próximo puerto de escala antes de partir de su escala actual. La implantación de estos sistemas de llegadas requiere la integración de los sistemas de gestión de puertos, terminales y transportistas, así como la capacidad de interactuar con otros proveedores de servicios. De ahí que los retos organizativos que plantea la implantación sean elevados, especialmente en los mercados emergentes.
En conclusión, aunque el potencial de reducción de las emisiones se reduce si no se abordan las causas subyacentes del aumento del tiempo de espera, como la baja productividad de los muelles, Drewry cree que estos sistemas pueden reducir las emisiones a corto plazo, y que dirigir la inversión a los puertos con un tiempo de espera desproporcionado generará los mayores beneficios para el sector.