La incipiente guerra comercial iniciada recientemente agita los mercados internacionales. En el caso del transporte marítimo la situación es especialmente convulsa toda vez que las importaciones de productos procedentes de Canadá, China y México supone el 40% de las mercancías que entran a los Estados Unidos procedentes del exterior.
Así pues, la acción combinada del final de proceso de aumento de inventarios que han llevado a cabo muchas empresas norteamericanas antes de que se impusieran aranceles y la bajada de la demanda típica de la época posterior a la celebración del Año Nuevo Lunar se refleja claramente en las tarifas de los servicios marítimos en el Pacífico, que han disminuido drásticamente en los últimos días. Al mismo tiempo, la aplicación de aranceles a los productos de bajo valor del comercio electrónico procedentes de China y que llegan al mercado estadounidense en vuelos de carga aérea está provocando que este tipo de envíos vayan desplazándose lentamente hacia el transporte marítimo.
Sin embargo, los precios de los servicios de transporte marítimo entre Asia y Europa parecen estabilizados, pese a los esfuerzos de las navieras para incrementarlos especialmente a través de una reducción de la capacidad en un contexto de cierta congestión en algunos puertos del Viejo Continente.
Así pues, Freightos estima que las tarifas en los servicios desde China a la costa oeste de los Estados Unidos han disminuido un 18% en la última semana, mientras que las de los que llegan a la fachada este del país han retrocedido un 21%.
A su vez, los precios de las rutas entre el país asiático y el norte de Europa han aumentado levemente un 1% y, de igual modo, las tarifas de los trayectos desde el continente asiático al Mediterráneo también han ganado otro 1% en los últimos siete días.