La tasa de penetración del comercio electrónico ha pasado del 3,5% en 2015 a cerca del 11% en 2021, según refleja el estudio ‘La Generación Z: el nuevo paradigma del Retail y la Logística’ elaborado por CBRE. Con estas cifras, la consultora calcula que España se sitúa por encima de países como Italia y Portugal, y muy cerca de niveles de Francia.
A su vez, este incremento de la tasa de penetración del E-Commerce también ha tenido un impacto directo en la transformación del comercio minorista, en el que se superponen los canales para dar lugar a la denominada tienda phygital. En este contexto de convergencia y de cambios en los hábitos de consumo surgen tres retos para la gestión logística.
El primero de ellos está relacionado con la logística inversa, que obliga a los promotores y ocupantes logísticos a buscar cada vez más activos certificados con los máximos criterios de sostenibilidad, con placas solares o cargadores para los vehículos eléctricos.
En este mismo ámbito, el principal reto del sector es actualmente la logística inversa o la gestión eficiente de las devoluciones. Actualmente, las devoluciones suponen cerca de un 10% del total de las ventas de E-Commerce, una cifra que asciende hasta el 30% en el caso del textil.
Esta misma tendencia apunta también a la necesidad de buscar una mayor sostenibilidad en la operativa y en las instalaciones que se utilizan para el servicio de E-Commerce. Según CBRE, el comercio electrónico ha incrementado exponencialmente la contratación logística, alcanzando cifras récord en los últimos siete años.
En paralelo, la alta demanda ha hecho que se contraiga la disponibilidad de suelo, con una caída de las tasas especialmente perceptible en ciudades como Barcelona y un auge en paralelo de la reconversión de ubicaciones industriales en espacio logístico, que en los Estados Unidos implica la transformación de antiguos centros comerciales en desuso en espacios logísticos.
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