El transporte de mercancías por carretera ha demostrado ser un servicio esencial durante la crisis sanitaria. Sin embargo, sigue siendo un sector muy tradicional, en el que las empresas están tardando en incorporar avances relacionados con la digitalización, que podrían mejorar las condiciones de vida de los conductores y reducir los accidentes.
Desde Trucksters, creen que la tecnología es ahora más necesaria que nunca para el transporte, que debe apostar por plataformas de gestión para digitalizar la documentación y herramientas tecnológicas para planificar sus rutas. De hecho, esta organización se basa en la actualidad en un sistema experiencias.
Sin embargo, la utilización de algoritmos a partir de la Inteligencia Artificial y el Big Data permite una planificación más rigurosa. También debe fomentarse el teletrabajo en lo que se refiere a las funciones de oficina, pues es posible agilizar los trámites y evitar pérdidas de tiempo innecesarias.
La crisis también ha obligado a las empresas a estudiar sus costes y tratar de optimizar sus procesos para una mayor eficiencia, para lo que es imprescindible una mejor comunicación entre los diferentes actores. De hecho, la colaboración será una tendencia clave en el futuro, teniendo en cuenta la fragmentación del sector, con más de 100.000 empresas con dos camiones de media, que pueden unir fuerzas para evitar ineficiencias y ofrecer mejores soluciones.
Sostenibilidad
Uno de los problemas a los que se debe hacer frente cuanto antes radica en la falta de conductores. En este momento, son necesarios más de 100.000 en el mercado europeo, pero los jóvenes no lo ven como una profesión de futuro por las duras condiciones de vida a las que se enfrentan estos profesionales.
Afortunadamente, se está avanzando en sistemas de relevos entre conductores para que puedan dormir en sus casas, conduciendo 4,5 horas de ida y 4,5 de vuelta cada día. En lo que respecta a la sostenibilidad medioambiental.
En la parte de sostenibilidad medioambiental, el 15% de las emisiones mundiales proceden del transporte y el 24% de ese subtotal, de los camiones, principalmente por el carburante utilizado. La utilización futura de más energías alternativas, como el gas y la electricidad, permitirán una reducción del 75% de las emisiones de CO2, con un ahorro de más de 1.400 toneladas respecto al diésel en un plazo de dos años.
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