TNU (sociedad para el reciclaje que agrupa a los principales importadores y distribuidores de neumáticos) explica recientemente que dentro de su campaña divulgativa “¿Sabías que…?” las amplias e innovadoras aplicaciones que ofrece el reciclaje de los neumáticos fuera de uso. Ahora, comentó cómo se convierten en rieles de ferrocarril.
La sociedad explicó que un neumático mal gestionado o desechado en un vertedero puede tardar más de 1.000 años en desaparecer. Y, en España, cada año, más de 300.000 toneladas de este producto se suman a las filas de los residuos. Los avances de la tecnología permiten darle a este material una segunda vida tan dispar como imaginativa, convertido en todo tipo de complementos textiles o decorativos, pistas deportivas, aislantes acústicos, carreteras, parques infantiles o biogás.
Durmientes de ferrocarril con caucho de NFUs
Tanto en forma granulada como en polvo, el caucho reciclado es utilizado en sectores de diversa índole y muy especialmente en los ámbitos de la obra pública, convirtiéndose en un material de gran valor ecológico. Uno de los últimos usos creados para el caucho procedente de neumáticos fuera de uso (NFUs) es la utilización del polvo de neumático para la fabricación de durmientes o traviesas ferroviarias.
Greenrail es una empresa situada en Italia que fabrica durmientes de ferrocarril similares a los tradicionales, pero 100% sostenibles ya que están fabricados con una mezcla al 50% de caucho de neumáticos fuera de uso y 50% de plástico reciclado. Esta solución tiene un triple impacto ambiental positivo: por un lado, el reciclado del caucho de neumáticos fuera de uso y de la basura plástica, y por el otro, la reducción de la tala de árboles.
Más durable y mucho más sostenible
Los durmientes reciclados son más estables, su coste de mantenimiento se reduce a la mitad, y amplían su durabilidad 50 años más que las tradicionales. Además, cuentan con la interesante ventaja de que pueden incorporar paneles solares fotovoltaicos en su superficie. Estas placas tienen la capacidad de producir 35 MWh/Km por año, una inteligente idea puesto que tanto en España como en Italia hay muchas horas de sol y una red ferroviaria que al estar al aire libre está expuesta a estos rayos solares durante la mayor parte del año.
Por cada kilómetro se reutilizan hasta 35 toneladas de neumáticos, el equivalente a la goma de 5.845 neumáticos fuera de uso, por lo que cada kilómetro de vía implica un ahorro medioambiental de prácticamente 192.000 Kg de CO2, 61.300 litros de petróleo y 5.130.000 litros de agua.
El reciclado de los neumáticos fuera de uso es clave para avanzar hacia un futuro sostenible. En este sentido, TNU (Tratamiento Neumáticos Usados) reivindica las ventajas ecológicas, económicas y sociales que representa dar una segunda vida a los neumáticos fuera de uso, para que esta manera se pueda avanzar hacia un futuro más sostenible.
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