Comenzamos la segunda mitad del año 2024 y el mundo del retail sigue desocupando su stock mediante grandes ofertas y liquidaciones, tanto en el comercio tradicional, como en el comercio electrónico.
Este fenómeno que empezó post pandemia sigue vigente casi cuatro años después y un factor importante fue el exceso de inventario. En la actualidad, muchos comercios siguen con parte de la mercadería que invirtieron en esa época, producto de la alta demanda que hubo en la pandemia, pero no prosiguió debido a la contracción económica. «La inflación y la reducción del poder adquisitivo llevó a los consumidores a tener más cuidado con sus gastos. Por eso hoy las empresas, en un esfuerzo por liberar espacio en sus almacenes y mejorar su flujo de caja, han recurrido a ofertas y liquidaciones agresivas«, detalla Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
Cambios profundos en el rubro
Los patrones de consumo de los clientes y desafíos logísticos han generado un cambio importante en el comercio. Factores como la acumulación de inventarios post-pandemia, inflación y la competencia que supone el e-commerce han llevado a muchos retail a recurrir a ofertas y liquidaciones agresivas para liberar stock y atraer nuevamente a los consumidores.
En este contexto, las empresas deben ser ágiles y adaptables, invirtiendo en tecnologías que mejoren la eficiencia operativa y la experiencia del cliente, desde sistemas avanzados de gestión de inventarios y almacenes, hasta plataformas omnicanal y automatización de procesos logísticos que ayuden a las empresas a optimizar sus operaciones, reducir costos y mejorar la satisfacción del cliente.
«El comercio presencial ha ido adaptándose a las nuevas tendencias ante el crecimiento del comercio electrónico. Hoy podemos encontrar muchas tiendas físicas que están aplicando estrategias omnicanales, es decir, ofreciendo una amplia variedad de productos en línea con retiro en tienda (click-and-collect), con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente, lo que se traduce a un aumento del flujo de consumidores», acota Navarrete.
En esa misma línea, agrega que «la tecnología está en un proceso de mejora con el objetivo de ofrecer servicios cada vez más personalizados y de paso también potenciar la gestión de inventarios. Pese a que el comercio electrónico sigue aumentando, el presencial mantiene su posición relevante, al ofrecer una experiencia tangible y la posibilidad de interacción instantánea».
Con todo, el sobre – stock ha marcado una dura batalla en las tiendas que, debido a esta acumulación de productos antiguos, no se han permitido renovar las temporadas. Una problemática significativa, ya que ante la falta de novedad, menor es el interés de los usuarios para comprar.
«Es probable que esa situación y la falta de cambio de temporada se sigan viendo hasta mediados de 2025. Las empresas aún están ajustando sus estrategias de inventario y aprendiendo a gestionar mejor su stock para evitar acumulaciones. Aunado a esto están los problemas geopolíticos, como las tensiones comerciales y los conflictos regionales que seguirán afectando las cadenas de suministro, causando retrasos y aumentando los costos logísticos. La clave es mantenerse ágil y diversificar las fuentes de suministro para atenuar el impacto de estos riesgos latentes», explica Navarrete.