Con la llegada de la pandemia por COVID-19 las empresas comienzan a solicitar más herramientas de optimización de ruta y un servicio mayormente integrado, por lo que deciden convertirse en una compañía de operación logística. Además, muchas de ellas no está enfocada en la última milla exprés, sino que tiene en la mira la atención logística de segmentos tradicionales como las tiendas de la esquina así como las ventas por catálogo.
En el caso específico de Carryt, firma colombiana que inició operaciones en México durante el tercer trimestre del año pasado. Entre 2017 y 2020 se dedicó al desarrollo tecnológico de soluciones logísticas para diversas industrias para la distribución secundaria de entrega de mercancías, enfocadas a otorgar visibilidad y satisfacción al cliente.
En los años previos los líderes de la compañía encontraron dos nichos de mercado tradicionales ampliamente potenciales y escasamente digitalizados para detonar sus servicios. Dentro de los números que sustentan su apuesta, Cuervo observa que en América Latina 60% de las ventas de consumo masivo se realiza en una tienda de barrio y existen 2.5 millones de ellas que hay que visitar de manera semanal, vender y entregar productos.
Así mismo, afirma que existen al menos 40 millones de personas en la región que se dedican a las ventas por catálogo, principalmente en las zonas apartadas de las grandes ciudades, donde todavía no llegan los grandes centros comerciales o tiendas especializadas. Ambos nichos tienen amplios retos logísticos que no muchas compañías están dispuestas a atender. En la parte de las tiendas de barrio se calcula que un 10% del valor de un producto está relacionado con los servicios logísticos. “Algo inaudito”, asegura.
Sin embargo, Daniel Cuervo cree que con la introducción de tecnología aplicada en logística y distribución puede reducir los costos entre un 5 a 10%, generando margen de ganancia para las tiendas de la esquina y capacidad de manejo de sus precios. Su modelo se basa en la instalación de lo que él mismo llama “macro cedis”.
Estas son bodegas de entre 3 mil y 4 mil metros cuadrados donde almacenan los productos de sus clientes y realizan el sorteo de los mismos, y se complementa con puntos de consolidación o dark warehouses. Para este año espera contar con al menos 24 de estos últimos entre México y Colombia.
Así mismo, se encuentra instalando smart lockers en distintos puntos estratégicos como los propios centros de distribución fulfillment de empresas de ventas por catálogo, como Natura. En la parte de las entregas, Carryt ha apostado por integrar conductores independientes que son remunerados por completar rutas diarias, es decir, son los encargados de llevar entre 100 a 110 pedidos de clientes de diferentes canales
En los países donde tiene presencia, México, Colombia y Brasil, ya cuenta con 220 conductores recurrentes, aunque tiene el registro de al menos mil 200 con los que ha trabajado más de una vez.
Relacionada: Empresas de última milla destacadas y nacidas en Latinoamérica