República Dominicana registra 1.2 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que generan 2 millones de empleos, realidad que enfrentará la Ley de Facturación Electrónica que simplificará los procesos administrativos y fomentará la transparencia.
Para la ejecutiva de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte para República Dominicana, Marguerite Brown, la ley mejorará su competitividad, simplificando el intercambio de facturas, reduciendo el tiempo de emisión y ofreciendo mayor seguridad e integridad de la información.
“La inversión en soluciones de facturación electrónica es la puerta de entrada para el proceso de digitalización de las mipymes y es fundamental para garantizar su competitividad en el mercado”, asegura a El Dinero. Sin embargo, uno de los mayores problemas de la nación ubicada en el Caribe son sus altos niveles de informalidad de sus empresas y economías. Cada persona en la informalidad representa un contribuyente menos para el sistema tributario.
El 50.3% de la población económica activa está en el mercado no regulado, es decir, 2,287,271 empleados carecen de protección social y trabajan del día a día. El 49.7% restante se encuentra en la formalidad, es decir, 2,253,697, hasta diciembre del 2023 registra el Banco Central dominicano (BCRD).
La implementación de la facturación electrónica, de acuerdo con la ejecutiva, busca reducir la informalidad. “A medida que vaya penetrando en todo el territorio nacional, los comercios informales tendrán que regularizarse y adecuarse al sistema”, entiende Brown.
Transformación hacia la tecnología
Las mipymes tienen el potencial de impactar a una comunidad, aportar al crecimiento sostenible e inclusivo de un país al crear empleos y ofrecer innovaciones en el mercado de bienes y servicios. Sin embargo, Brown asegura que es de interés estatal que los contribuyentes implementen la facturación electrónica dentro de los plazos establecidos por la Ley.
Si bien existen comercios que envían la factura vía correo y las entidades de intermediación financiera registran los egresos e ingresos en aplicaciones electrónicas, la factura electrónica implica un cambio radical en la forma de emitir facturas en físico. Mientras eso sucede, sólo el 2.3% de las mipymes utiliza el verifone.
Este monto aumenta dependiendo el equipo y la tecnología de información y comunicación (TIC). El 8% utiliza páginas web; 8.9%, teléfono fijo; 12.5%, computadora; 13%, correo electrónico; 24.6%, redes sociales. En tanto, el 29.4% utiliza internet y 41.4%, celulares, registra la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
A pesar de que su implementación supone entender que los propietarios utilicen nuevas tecnologías, procesos y terminologías que implican la transformación digital de sus operaciones, Brown considera que debe realizarse de forma fluida para evitar la alteración del contribuyente.
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