En la industria del transporte terrestre, el ralentí es un concepto y un aspecto fundamental a la hora de generar ahorro en todos los procesos de movimiento de cargas.
Desde el transporte de carga, hay mucho qué decir en cuanto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2). En términos prácticos, el ralentí lo podemos definir como el régimen mínimo de revoluciones por minuto a las que se ajusta un motor de combustión interna para permanecer en funcionamiento de forma estable sin necesidad de accionar un mecanismo de aceleración o entrada de carburante.
Por ello, CamionGo, organizó en conjunto con el programa Giro Limpio, el webinar «Estrategias para el ahorro de combustible: Gestión del ralentí». En la oportunidad, Francisca Saavedra, jefa de proyecto en Transportes Santa María S.A. (TSM), explicó los logros de dicha empresa y que pueden ser aplicadas en otros emprendimientos.
¿Cuáles fueron los logros para TSM tras aplicar la estrategia de ralentí?
En primer término, Transportes Santa María, una vez realizado el piloto, pudo reducir en un 52% el total del ralentí respecto del mes de inicio de la estrategia, además de bajar un 63% las horas de ralentí en relación al peor mes del mismo año. Fueron logros, positivos, significativos y rápidos.
¿Cuáles fueron los desafíos centrales que se plantearon en materia de ralentí?
El primero fue que el directorio decidiera participar en el programa Giro Limpio, que es un programa nacional voluntario, administrado por la Agencia de Sostenibilidad Energética, que busca certificar y reconocer los esfuerzos realizados por las empresas de transporte de carga en el ámbito de la sustentabilidad y la eficiencia energética.
La respuesta fue positiva, encaminada en dos motivaciones: Mejorar el rendimiento, analizando una serie de variables como el ralentí, neumáticos, mantenimiento, rotación de conductores, etc. Segundo, el impacto como transportistas de las emisiones de dióxido de carbono.
¿De qué forma asumen esa responsabilidad medioambiental?
Lo asumimos con mucha conciencia. Como transportistas de carga terrestre, somos responsables directos de un porcentaje de más del 80% de las emisiones que se generan en el país. Por eso, no podemos pasar por alto nuestro rol respecto a este tema.
¿Qué estrategias asumieron en materia de ralentí y eficiencia energética?
La verdad, tuve la posibilidad de estudiar respecto a las eficiencias energética, por lo que pude conocer más sobre el tema y la relevancia del programa Giro Limpio. Para eso, se pueden tomar dos caminos, uno es la inversión en tecnologías para utilizar en los vehículos (dispositivos aerodinámicos, aditivos, tipos de aceites nuevos, cambios de combustibles, cambios de motor, etc). La segunda opción es hacer control y gestión de los datos e información que ya se tiene a disposición pero que no se están tomando en cuenta.
La decisión en Transportes Santa María fue, una vez que se tenga cubierto todo el tema de la gestión y ya no se pueda mejorar, se comienza a invertir. Esa es una decisión personal de cada empresa y tiene que ver con la capacidad de inversión que tenga.
¿Por qué esta estrategia fue aplicada a una sola flota?
En TSM tenemos actualmente 15 clientes, 40 flotas y 7 bases distribuidas por todo Chile. Decidimos tomar sólo una flota que fue Cristal Chile, y el criterio para tomarla fue que tiene 22 equipos, tienen todos la configuración 4×2, todos transportan la misma carga (botellas de vidrio), las rutas son muy similares, no utilizaban el motor para operaciones de carga y descarga y todos van con el mismo tonelaje (26 palet).
¿Cómo recibieron los propios conductores estas políticas de acción?
De la mejor manera. Cuando uno lo aborda desde un aspecto medioambiental es muy relevante. Los conductores tomaron inmediatamente conciencia del tema, porque entendieron que lo que hacen, tiene un impacto hacia sus hijos. Es mucho más relevante que comprar una ampolleta o la luz LED, el camión que mueven diariamente, tiene una mayor repercusión que otras políticas.