La logística para E-Commerce se ha convertido en una de las actuales actividades económicas más importante en todo el mundo. En este sentido, una buena gestión logística es sinónimo de rentabilidad en cualquier tipo de tienda on-line. Se mejora la experiencia de compra del usuario, a la vez que se obtiene un margen importante de beneficio.
Pero unas malas prácticas pueden desencadenar todo lo contrario: Pérdidas en un negocio. De ahí que llevar adelante una correcta estrategia logística sea del todo imprescindible. En el mundo globalizado, nos hemos acostumbrado al comercio on-line. De hecho, en este 2022, más de la mitad somos compradores habituales en marketplaces, por lo que nuestra relación con el e-commerce es cada día más estrecha.
La comodidad de comprar desde el hogar, con cualquier dispositivo, disponer de una amplia variedad de productos y servicios o que el envío llegue a casa son algunas de las grandes ventajas a la hora de adquirir un producto o servicio en un e-commerce.
Aunque cabe destacar que la entrega rápida y sin coste para el comprador, resulta muy cara para el distribuidor. Por consiguiente, si la empresa no dispone de una planificación clara o una infraestructura logística para dar respuesta a todos los procesos logísticos de la supply chain, esta no podrá sentar cátedra en el sector del E-Commerce.
Pero, cuáles son los principales problemas logísticos que pueden surgir en el ámbito del E-Commerce. Estos son algunos de los errores más comunes, cuya consecuencia puede derivar en la pérdida de sus clientes y en una mala reputación tanto online como offline:
No llevar un control del stock
En primer lugar, es necesario controlar el stock en la logística de un e-commerce. Llevar adelante una actualización constante del inventario. Porque cuando el usuario entra en la web de una tienda on-line debe conocer la disponibilidad del producto, con el objeto de no adquirir un artículo que no se encuentre disponible.
Ir a destiempo
Agilizar los procesos logísticos es importante para que el pedido llegue a tiempo y el usuario quede satisfecho con su compra. Para ello, una de las prácticas más habituales es aligerar la actividad del picking y el packing. De este modo, con una maquinaria adecuada o una estrategia que permita conocer la urgencia del envío, será mucho más sencillo.
Falta de coordinación
La coordinación entre todos los equipos de la cadena de suministro y el propio cliente final es imprescindible en logística. Por ejemplo, a la hora de entregar el envío. Si el destinatario no se encuentra en su casa en el momento de la entrega, esto supondrá un sobrecoste de dinero y tiempo para el distribuidor.
Falta de comunicación con el cliente
Al hilo de lo anterior, una comunicación fluida con el cliente final es muy importante. Para ello, disponer de un portal de seguimiento del envío o de un servicio de atención al cliente son algunas de las prácticas que favorecen una correcta gestión logística.
Mercancías dañadas
Finalmente, en cualquier gestión logística, es elemental que la mercancía no presente ningún problema, durante el transporte. Por ello, desde no sobrecargar los vehículos, hasta dar más tiempo al operario para cargar el producto; son algunas de las prácticas para evitar dañar los envíos durante el transporte.
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