Más de una decena de líderes latinoamericanos rechazaron las recientes medidas arancelarias impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en medio de crecientes tensiones comerciales mundiales.
En el marco de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), publica Agencia Xinhua, los presidentes de Brasil, México, Cuba, Colombia, Honduras y Bolivia coincidieron en que el «nuevo orden económico mundial» que impone Washington afecta el bienestar de los pueblos y una de las maneras de hacerle frente es la integración regional. En su discurso de apertura de la Cumbre, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, calificó como una «reorganización económica excluyente del mundo» las políticas arancelarias y migratorias estadounidenses, por lo que hizo un llamado a la unidad.
«Este sueño de la unidad es más urgente que nunca, cuando el viejo orden neoliberal impuesto a nuestros países colapsa y las grandes potencias como Estados Unidos redibujan su mapa económico sin preguntarse qué pueblos quedan atrás«, expresó la mandataria.
Además, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, sostuvo que las acciones y declaraciones de la actual Administración estadounidense sobre la región representan una amenaza directa para la soberanía de los países latinoamericanos y caribeños.
«Estados Unidos amenaza y pretende legitimar la imposición de medidas coercitivas unilaterales, sin respeto al ordenamiento de los demás países. Pretende convertir el chantaje, el acoso y la manipulación política en prácticas habituales contra nuestras naciones», denunció.
En su oportunidad, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que los aranceles arbitrarios de Estados Unidos desestabilizan la economía internacional y elevan los precios de los productos. Por lo anterior, hizo un llamado a los países de América Latina y el Caribe a profundizar su integración regional, así como posicionarse con un mayor protagonismo en el «nuevo orden mundial».
«Si seguimos separados, la comunidad latinoamericana y caribeña corre el riesgo de volver a ser una zona de influencia en una nueva división del mundo entre superpotencias. El momento exige que dejemos de lado las diferencias», agregó Lula.
A su vez, el presidente colombiano, Gustavo Petro, coincidió en que la unión entre naciones ayudará a enfrentar los desafíos económicos derivados de los aranceles estadounidenses. Petro enfatizó que estas alianzas son esenciales para contrarrestar los efectos de la «guerra comercial» y fortalecer la posición de América Latina en el escenario global.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, propuso una ruta crítica regional para hacer frente a la actual coyuntura con la creación de un fondo de estabilización con monedas nacionales y profundizar el comercio intrarregional. El político cuestionó el proteccionismo de Estados Unidos por su efecto negativo en la economía, luego de las imposiciones de Trump.
«Este tipo de medidas ultraproteccionistas de Estados Unidos van contra los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), abren el riesgo de una guerra comercial con nocivos efectos y no resolverán la crisis sistemática del capitalismo, sino que la agravarán», consideró Arce.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por su parte, mencionó que la región enfrenta una coyuntura de profundos cambios económicos, por lo que «es necesario fortalecer la unidad y articular soluciones comunes». Sheinbaum reiteró el rechazo histórico de su país a las sanciones unilaterales, medidas coercitivas y bloqueos comerciales.
«Hoy, más que nunca, es tiempo de voluntad, de unidad, y de construir una América Latina y el Caribe con justicia, con dignidad y con bienestar para todos», concluyó.