El panorama económico especialmente golpeado por la tendencia acelerada en la inflación en México ha provocado que los empresarios de ese país moderen su optimismo respecto de la situación económica y, por tanto, de sus empresas. Las empresas dedicadas al comercio fueron las que más recortaron sus expectativas económicas actuales y a largo plazo.
Según El Economista, durante mayo del 2022, el Indicador de Confianza Empresarial de este sector registró una caída de 3,8 puntos en comparación con el mes previo, de acuerdo con cifras de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) del Inegi. Por su parte, dentro de la industria de la construcción el nivel de confianza empresarial se contrajo 0,4 puntos.
El único sector en el que la confianza empresarial se ubicó en el terreno positivo fue la industria manufacturera. En mayo, el indicador avanzó apenas 0,1 puntos respecto del nivel de abril. Pese a ello, también se observa una pérdida de dinamismo respecto del comportamiento registrado en meses anteriores.
Los componentes en los que los empresarios recortaron con mayor fuerza sus expectativas fueron los que evalúan la situación económica actual y futura del país y sus empresas. Esto refleja que más empresas consideran que actualmente México está peor que hace un año y que la situación no mejorará, al menos, en los siguientes 12 meses.
Por su parte, el rubro que evalúa la confianza de los empresarios para invertir se ha recuperado significativamente respecto de los niveles registrados durante la pandemia Covid-19, pero todavía se mantiene bajo. Durante lo que va del 2022, la confianza empresarial se ha mantenido relativamente estable.
Sin embargo, la turbulencia económica por factores internos y externos continúa ejerciendo presiones. La inflación, las alteraciones en la producción y los conflictos de comercio globales han contribuido a la baja en las expectativas de crecimiento para México y el mundo.
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