En contexto en el que el comercio electrónico copará en diez años un 30% de las ventas, emerge un nuevo modelo comercial. A juicio de Packlink, el crecimiento del on-line no se hará en detrimento del comercio tradicional, ya que todo apunta a un ecosistema ‘phygital’ en el que convivirán tiendas físicas y digitales.
El proceso ya ha empezado e implicará que incipientes tecnologías comiencen a tener cada vez una mayor presencia que empujan en una transición hacia un modelo más eficiente y sostenible. Así pues, según la compañía, comprar a comienzos de la próxima década será diferente a como se hace hoy en día.
Por un lado, ganará presencia el metaverso, un universo virtual en el que algunas marcas del sector textil han comenzado a presentar sus propias, por lo que no parece descabellado que, en cuestión de pocos años, podamos realizar nuestras compras en supermercados o tiendas digitales gracias a nuestro avatar, en opinión de Packlink.
De igual modo, la digitalización permite una mayor personalización en las relaciones comerciales gracias a las grandes cantidades de datos que se manejan y la huella digital que permiten a los algoritmos adaptar propuestas para cada usuario concreto.
Por otra parte, además de la realidad virtual, la realidad aumentada permitirá mejorar la experiencia de los usuarios. Además, en el futuro también serán realidad los productos inteligentes. Tecnologías como el blockchain permitirán acceder a bases de datos completas y verificadas de productos o servicios.
De igual modo, las tiendas físicas no cederán su espacio a los comercios digitales, sino que coexistirán y evolucionarán hacia el modelo showroom, especialmente en el sector textil, que implica pasar del modelo tienda-almacén a uno de tienda orientada a la experiencia del usuario.
Finalmente, la sostenibilidad se mantiene como un valor a cuidar y que podría supone el cambio de un modelo de consumo rápido e intensivo a otro de reutilización de los productos. En este sentido, Packlink vaticina que se avecina un modelo de consumo más sostenible y menos masificado con experiencias de consumo más personalizadas y en el que la logística y del transporte ganarán un peso fundamental.
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