La Logística y la cadena de suministro son conceptos fundamentales a la hora de planificar, y hasta hace pocos años eran términos que se usaban como sinónimos, pero uno engloba al otro.
Con la incorporación de nuevas tecnologías ambos conceptos se separan y pasan a ser dos procesos distintos, siendo la logística el proceso que se encarga de conseguir que el producto final llegue a tiempo y en buenas condiciones al punto final y la cadena de suministro se ocupa de verificar la totalidad de las labores productivas de la mercancía, entre ellas, la logística.
Así, entenderemos la logística como la parte de la cadena de suministros que se encarga de planificar, ejecutar y controlar los productos que se entregan a los clientes en el tiempo correcto, cantidades y calidad óptimas.
En la logística se suelen incluir además los procesos para la gestión del transporte, flota, almacenamiento, inventario o planificación de pedidos, entre otros.
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En tanto, la cadena de suministros se encarga de supervisar la totalidad de las labores de todo aquello que tiene relación con las materias primas, la fabricación, el almacenamiento, la logística, la selección de proveedores, hasta la adquisición final del cliente.
Por lo tanto, asegura que lo que adquiere el cliente es lo que ha requerido en un principio.