Dos estudios publicados recientemente por varios organismos internacionales, incluida la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), arrojan luz sobre el potencial económico de los desplazados en América Latina y el Caribe.
Según estos informes replicados por Mundiario, los refugiados y migrantes pueden llenar vacíos importantes en los mercados laborales locales, impulsando la demanda de bienes y servicios y contribuyendo así al crecimiento económico de los países receptores. Sin embargo, a pesar de su potencial, estos desplazados frecuentemente se encuentran en situaciones vulnerables, con trabajos informales y salarios limitados, a pesar de su alta calificación educativa.
Un informe elaborado por el Banco Mundial y ACNUR, titulado Venezolanos en Chile, Colombia, Ecuador y Perú – Una oportunidad de desarrollo, destaca que aunque los venezolanos muestran niveles educativos más altos que la población local en los países de acogida, a menudo se ven obligados a realizar trabajos por debajo de su nivel de calificación debido a la falta de reconocimiento de sus títulos académicos.
Por su parte, el informe Integración socioeconómica de las poblaciones desplazadas por la fuerza en América Latina y el Caribe, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos y ACNUR, resalta las dificultades que enfrentan los jóvenes desplazados para continuar su educación y encontrar empleo en comparación con los nativos.
Inclusión sistemática
Ambos informes subrayan cómo la xenofobia y la discriminación pueden obstaculizar la integración socioeconómica de los refugiados y migrantes, lo que subraya la importancia de políticas que fomenten la cohesión social y eviten la exclusión.
ACNUR destaca la importancia de una inclusión más sistemática de los refugiados y migrantes en los datos oficiales para informar y mejorar las políticas públicas. Según estimaciones de la agencia, había 22,1 millones de desplazados en las Américas a mediados de 2023, y el flujo de desplazados ha ido en aumento debido a la persistencia de la violencia, la inseguridad y otras violaciones de los derechos humanos en la región.
En términos económicos, se estima que el crecimiento del PIB en los países receptores de América Latina y el Caribe aumentará en una media de entre 0,10 y 0,25 puntos porcentuales al año entre 2017 y 2030, gracias en parte a la contribución de los desplazados en estos países.