La grave sequía en el Canal de Panamá, que ha obligado desde el año pasado a reducir el número de buques autorizados para el tránsito diario, aún amenaza con impactar las cadenas de suministro globales al complicar el flujo del comercio mundial en un periodo de alta demanda, dijo el miércoles la firma S&P Global.
Según ECO, el canal centroamericano, por donde transita alrededor de 5 por ciento del comercio global, ha impuesto desde 2023 diversas restricciones de paso, incluyendo la disminución del calado permitido a los barcos y una reducción del número máximo de naves autorizadas a atravesarlo. Pero en marzo, la Autoridad del Canal de Panamá anunció un aumento a 27, desde 24, de los cupos diarios para cruces de buques, ante una mejoría del nivel de las aguas y en el Lago Gatún que abastece la infraestructura.
Aun así S&P Global advirtió en un reporte de analistas sobre transporte de carga y materias primas que “las presiones de capacidad en el Canal de Panamá están comenzando a tener efecto en las cadenas de suministro”.
“Los buques contenedores aún están por percibir el impacto en vista de su estatus prioritario, aunque la situación está cambiando”, añadió. Los portacontenedores tienen prioridad para pasar por el Canal de Panamá, pero las restricciones de tránsito desde 2023 han perjudicado a otras categorías, especialmente los barcos graneleros.
Si las lluvias llegan en mayo como se espera, la Autoridad del Canal de Panamá planea aumentar progresivamente las franjas horarias diarias, con el objetivo de volver a unos 36 buques al día, su número normal durante la temporada de precipitaciones.
La necesidad de preservar los niveles de agua en los embalses que alimentan el Canal ha impedido que éste absorba la creciente demanda procedente del Mar Rojo, donde ataques hutíes -un grupo yemení-, han obstaculizado el paso de buques en el Canal de Suez, la vía navegable más transitada del mundo.