Como una dura revés. Así fue tomada la resolución dada a conocer por el Segundo Tribunal Ambiental, quien falló de forma unánime en contra del «Proyecto Terminal Cerros de Valparaíso», el TCVAL (actualmente denominado TPV tras la nueva concesión transitoria). La decisión fue anular parcialmente y suspender los efectos de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que aprobó, en su momento, la iniciativa que correspondía a la realización de obras en el Terminal 2 del Puerto de Valparaíso.
Es por lo mismo, que no se podrá ejecutar el proyecto hasta contar con “una RCA complementaria, que tome en consideración los aspectos cuestionados por el Tribunal”. El Segundo Tribunal Ambiental mencionó en su fallo que “la RCA que calificó ambientalmente favorable el proyecto, como la propia RCA N°39/2018 contienen vicios de legalidad que llevaron al Tribunal a declarar su nulidad, ordenando que se retrotraiga el procedimiento de evaluación».
Asimismo, añade que fueron consideradas «las observaciones ciudadanas en lo referido a la evaluación de la eventual alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos por la expulsión de los pescadores y eliminación de la caleta Sudamericana, así como en la evaluación y predicción del impacto ambiental sobre el paisaje y a las medidas de mitigación, reparación y/o compensación tanto para dicho componente como para el patrimonio cultural e histórico”.
Resumen del caso
Según publica El Pulso del Diario La Tercera, el caso tuvo su inicio en 2018 cuando la Comisión de Evaluación de la Región de Valparaíso, aprobó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto y se presentaron diversos recursos de reclamación y solicitudes de invalidación, y que hoy encontraron una respuesta en la justicia.
Sin embargo, ya había impactado a la empresa antes y en el año 2019, TCVAL, una subsidiaria de Aleatica, había anunciado que no iba a continuar con la concesión del Terminal 2 del Puerto de Valparaíso, adjudicado por la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), por demoras en la tramitación ambiental.
Es por todo esto que, Agunsa, empresa que se adjudicó la operación de Terminal 2 de Valparaíso hasta el años 2026 y que está ligada a la familia Urenda, será la encargada de enfrentar el proceso regulatorio para impulsar las operaciones en dicho puerto.