En la que ha sido denominada como la “revolución energética”, están en auge una serie de cambios propuestos por las industrias, los países, las empresas, y los consumidores hacia la producción y uso de energías más limpias y eficientes. Uno de ellos, siempre y cuando el territorio y la infraestructura lo permita, es el avance en el uso del gas, por sobre otros combustibles fósiles, que son más contaminantes y de más compleja extracción y procesamiento.
Desde Assistcargo, nos comentan que «el uso del gas es considerado un paso intermedio en la transición hacia fuentes de energía más renovables y sostenibles, ya que puede complementar la generación de electricidad a partir de fuentes renovables intermitentes. Particularmente en Latinoamérica, el uso del gas ofrece una amplia gama de beneficios en diversos ámbitos, tanto para hogares, industrias, generación de empleo, beneficios ambientales y desarrollo económico«.
Con respecto a los hogares y el consumo doméstico, dicen en Assistcargo que «el gas es el principal insumo utilizado para la calefacción, la cocina y el uso de agua caliente, proporcionando una fuente de calor eficiente, económica, constante y de respuesta inmediata a la regulación de la temperatura».
Por su parte, en materia industrial, agregan «el gas natural es una fuente clave para la generación de energía, utilizada en proceso de producción, generación de vapor, etc. Su disponibilidad y bajo costo lo convierte en una de las opciones más preferidas por la industria para la producción, además de tratarse de una energía limpia en comparación a los combustibles fósiles, el carbón, fuel oil, etc. Generando menores emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación atmosférica y complicaciones en la calidad del aire».
A su vez, el uso del gas presenta una importante reducción de costos energéticos. El acceso a una fuente de energía más económica, como el gas natural, puede reducir los costos energéticos para las empresas y los consumidores, lo que a su vez puede promover la competitividad y el desarrollo económico.
Latinoamérica
En cuanto al desarrollo económico regional. La industria del transporte y uso del gas en América Latina refleja ciertas cuestiones que denotan su importancia en la región; maximizando los beneficios, el desarrollo económico y avanzar hacia una matriz económica más sostenible.
El transporte de gas por carretera es una parte crucial de la cadena logística para asegurar el suministro de gas a diferentes regiones de Latinoamérica. Argentina, uno de los mayores productores y exportadores de gas en la región, exporta aproximadamente 180 millones de metros cúbicos por día.
Aunque gran parte del gas natural se transporta a través de gasoductos, el transporte por carretera es utilizado en áreas donde no existen redes de distribución o donde se requiere una movilidad más flexible. Otra problemática a tener en cuenta debido a la complejidad topográfica de la región y sus diversos matices infraestructurales en cuanto a las viviendas, algunas contando con red de gas natural, y otras funcionando con garrafas de instalación externa. Así, el transporte por carretera desempeña un papel importante en la distribución del gas en áreas sin acceso a la red de gasoductos.
El transporte de gas por carretera se lleva a cabo principalmente en dos formas:
1.- Transporte de gas comprimido (GNC)
Implica el uso de camiones de carga especialmente equipados con cilindros de alta presión. Estos cilindros se llenan con gas natural comprimido a alta presión y se utilizan para suministrar gas a estaciones de servicio de GNC, industrias y otros usuarios finales. Los camiones de carga se abastecen de las estaciones de compresión de gas y luego distribuyen el GNC a lo largo de rutas predefinidas, recargando los cilindros en las estaciones de servicio u otros puntos de entrega.
2.- Transporte de gas licuado (GLP)
Se utiliza principalmente para el suministro de gas envasado, como el gas utilizado en hogares, comercios e industrias. Los camiones cisterna transportan el gas licuado a granel en tanques especialmente diseñados y equipados. Estos camiones se abastecen en plantas de fraccionamiento de gas y luego distribuyen el GLP a diferentes puntos de entrega, como depósitos de almacenamiento o puntos de venta minorista.
Camiones Cisterna para transporte de gas
Los camiones de carga utilizados para transportar gas en estado gaseoso, o licuado, se denominan cisterna. Y cuentan con un gran cilindro en su eje de carga, donde cargan el material. Debido a lo delicado de la carga, el cilindro se compartimenta, para hacer más eficiente su uso y distribución de peso para maniobras de frenada, aceleración y manejo en pendientes o caminos sinuosos.
Debido al volumen de peso líquido que pueden transportar y el elevado centro de gravedad que estas unidades presentan, es vital realizar las maniobras de manera delicada, tal como mantener velocidades prudentes y un comportamiento de conducción acorde. Los camiones cisterna son aquellos que también transportan, por ejemplo, gasolina. Algunos de estos camiones tienen la capacidad de transportar múltiples productos a la vez debido a la compartimentación del tanque en 2, 3, 4, o más partes dependiendo su diseño.
Es importante destacar que tanto el transporte de GNC como el transporte GLP están sujetos a regulaciones estrictas en cuanto a la seguridad y las normas de manejo de productos peligrosos. Se requiere una capacitación adecuada para los conductores y se implementan especiales medidas de seguridad para garantizar el transporte seguro y confiable del gas.
El manejo logístico del gas es especialmente delicado debido a su explosividad y flamabilidad, por lo que los camiones cisterna cuentan con sensores de monitoreo de presión, temperatura, etc. Si se tratase de venta minorista, por ejemplo, las garrafas, como mínimo, deben mantenerse en posiciones verticales y cerradas, sujetas al menor movimiento posible. A su vez, será necesario contar con un mínimo de 2 matafuegos en el camión, uno en la cabina y otro en la carga.
Además del transporte en sí, la cadena logística del gas por carretera también implica la planificación de rutas eficientes, la gestión de inventarios, la coordinación con los puntos de carga y descarga, y la supervisión del cumplimiento de los requisitos legales y de seguridad.
Desde Assistcargo, en nuestro rol como gerenciadores de riesgo y supervisores de un alto cumplimiento de estándares en toda la cadena logística; consideramos que la seguridad a la hora de manipular cargas, pero en específico aquellas tan volátiles como lo es el gas, es vital para evitar potenciales riesgos logísticos.
El abordaje sistémico para manipular cargas es siempre clave en todo negocio, no sólo en cómo se manejan aquellos factores externos a la carga, como lo son los siniestros; sino también en cómo se manipulan los contenidos de esas cargas transportadas. Cada operación es distinta y requiere un abordaje específico y aplicado.
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