El Canal de Panamá es una de las rutas marítimas más importantes del mundo, pero también una de las más congestionadas. Debido a la pandemia de covid-19 y a la escasez de contenedores, el tráfico por el canal se ha visto afectado por largas esperas y altas tarifas. Esto ha llevado a algunos armadores de graneleros de carbón a buscar alternativas para transportar su carga desde Colombia hasta Asia.
Los graneleros de carbón son buques que transportan grandes cantidades de este mineral, que se utiliza principalmente para generar electricidad. Colombia es uno de los principales exportadores de carbón del mundo, y Asia es su principal mercado.
Para llegar hasta allí, los graneleros de carbón solían atravesar el Canal de Panamá, que acorta la distancia entre el océano Atlántico y el Pacífico en unos 13.000 kilómetros.
Sin embargo, debido a los retrasos en el tránsito por el canal, algunos armadores han optado por rodear el cabo de Hornos, en el extremo sur de América del Sur, o por utilizar el Canal de Suez, en Egipto. Estas rutas son más largas y costosas, pero también más predecibles y menos congestionadas.
Según un informe de la consultora marítima Drewry, el número de graneleros de carbón que utilizaron el Canal de Panamá cayó un 38% en 2020, y se espera que siga disminuyendo. Esto supone una pérdida de ingresos para la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que cobra una tarifa por cada buque que pasa por sus esclusas.
La ACP ha tomado medidas para mejorar la eficiencia y la seguridad del canal, como aumentar el número de remolcadores y dragar las zonas más estrechas. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para satisfacer la creciente demanda de tráfico marítimo. Además, el canal se enfrenta a la amenaza del cambio climático, que podría reducir el nivel del agua y afectar a su operatividad.
El Canal de Panamá sigue siendo una obra maestra de la ingeniería y un símbolo de la conectividad global, pero también un cuello de botella que limita el comercio internacional.
Los graneleros de carbón son sólo un ejemplo de cómo los armadores buscan adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y del medio ambiente.
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