Conectar productos con los mercados de todo el mundo es un proceso complejo y polifacético que exige navegar por la dinámica de los mercados mundiales, los modos de transporte y los costos, al tiempo que se satisfacen las demandas de los clientes.
De acuerdo con Maersk, el objetivo de tener una logística integrada es simplificar este proceso colaborando estrechamente con los clientes para comprender las necesidades específicas de su cadena de suministro. Para ello se debe contar con un equipo con habilidades de “escucha”.
El equipo tendrá que conocer las necesidades y comprender la visión, los productos y los objetivos de la empresa. Esto dará como resultado un plan logístico multimodal: integrado, eficaz y completo que optimiza la estrategia de salida al mercado.
Equilibrar la necesidad de velocidad frente a las valoraciones de los costos es algo clave en este proceso. Por ejemplo, si los productos son perecederos, posiblemente el transporte aéreo inmediato sea la mejor solución. Mientras que el transporte marítimo podría ser la solución más adecuada para las cargas que no dependen tanto del tiempo de envío y que implican menos costos.
Uno de los primeros desafíos de este plan es determinar el modo de transporte más adecuado (aéreo, marítimo, camión o ferrocarril), y hay que tener en cuenta una serie de factores, como la fiabilidad del servicio, el costo, el tiempo de tránsito, la huella de carbono y las características específicas de la carga. Diferentes tipos de transporte en la cadena logística pueden aportar eficiencia y resiliencia a la cadena de suministro ante un panorama de mayor demanda y volatilidad del mercado.
“El transporte aéreo ha crecido muchísimo. Vimos cómo de 2020 a 2021 obtuvo un crecimiento de 55%. Nos toca buscar alternativas a los mercados para movilizarse”, aseguró Fabio Acerbi, director regional de Carga Aérea para Latinoamérica en Maersk.
Para Maersk, en Chile el tren se ha convertido en una solución eficiente para el transporte de carga, lo que se traduce en una mayor competitividad, productividad y flexibilidad operacional para sus clientes. Recientemente, se inauguró el desvío ferroviario “Arenal Talcahuano” en la Región del Biobío (VIII Región), conectando el terminal logístico de Maersk en Talcahuano con el puerto de San Vicente.
Los potenciales clientes de este terminal serán empresas ligadas al comercio exterior, ya que necesitan transportar grandes volúmenes de carga, como productos forestales, pesqueros y agrícolas, entre otros. Su ubicación estratégica, inmerso en la actividad portuaria de la región y cercano a importantes centros de producción y consumo, lo convierte en una excelente opción para la industria de la zona.
Paralelamente, Maersk desarrolló una solución de cadena de frío específica adaptada a las necesidades de los productores de cerezas chilenos, el servicio Cherry Express, el cual está diseñado para agilizar el transporte de las exportaciones de cerezas de extremo a extremo.
Además, acceder a la tecnología y la digitalización es una pieza importante de este rompecabezas. Les permite a las compañías logísticas conocer el estado de los envíos en tránsito y responder a cualquier excepción que pueda producirse. Al aprovechar la tecnología, puede proporcionar a todas las partes interesadas acceso en tiempo real a los envíos. Esto ayuda a realizar un seguimiento de los envíos, optimizar las rutas y minimizar los plazos de entrega.
El éxito del desarrollo de una red de cadena de suministro integrada ágil, flexible y rentable también se mide en el expertise del manejo del producto y sus necesidades.
“Es increíble ver las infinitas combinaciones que podemos considerar sólo con la forma de transporte, y si a la ecuación le agregamos aduana, almacenamiento, distribución, y certificados de sostenibilidad, y podemos ver que aparece un integrador de logística”, afirmó Tatiana Herron, directora de Producto de Contratos Marítimos para Latinoamérica en Maersk.