Agricultura sostenible que se impulsa en Centroamérica

Centroamérica se capacita para aumentar su capacidad de planificación, supervisión y de gestión sostenible de sus recursos naturales a partir de la zonificación agrícola del riesgo climático y la experiencia de Brasil en este ámbito, informó la oficina subregional de la FAO.

«El ejercicio de zonificación permite estimar probabilidades de éxito para cada cultivo y zona geográfica», dijo el coordinador subregional de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, durante el I Taller de Capacitación en el uso de la Herramienta de Zonificación Agrícola del Riesgo Climático a partir de la experiencia de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), que se desarrolla en la Ciudad de Panamá.

Esta estimación mediante la herramienta de zonificación se da «después del cruzamiento de la serie histórica de datos climáticos, los mapas de textura del suelo, los ciclos y calendarios de cultivos y sus variedades, y los escenarios de cambio climático, permitiendo orientar la toma de decisiones agronómicas y tecnológicas por parte de los productores, generar nuevos mapas territoriales de cultivos específicos, y respaldar operaciones de financiamiento y seguro, tanto públicas como privadas», dijo a Agencia EFE, Sanches Peraci.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo en una declaración pública que el taller tiene por objetivo realizar una revisión de la experiencia brasileña en zonificación agrícola del riesgo climático y su aplicación práctica en territorios del Corredor Seco Centroamericano y Zonas Áridas de República Dominicana. La idea es fortalecer las capacidades del personal técnico de los ministerios de Agricultura de los países involucrados y la generación de los primeros mapas.

Sanches Pereci indicó que este ejercicio contribuye a un trabajo articulado entre las instancias de Ambiente y Agricultura de los países, con el fin de impulsar no sólo una agricultura sostenible y adaptada al clima, sino también la promoción de sistemas alimentarios resilientes y la generación de servicios ecosistémicos de importancia para futuras generaciones.

El Corredor Seco Centroamericano (CSCA) es un territorio ambientalmente frágil, con altos índices de pobreza e inseguridad alimentaria. Aproximadamente el 50 % de los casi 2 millones de pequeños productores de granos básicos en Centroamérica viven en esta zona, la mayoría dedicados a la agricultura de subsistencia, recordó la FAO.

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