El sistema bancario panameño tiene las bases sólidas para enfrentar a la complicada situación generada por la desaparición de Credit Suisse, uno de los grandes bancos del mundo, y a otras amenazas, aseguró hoy Otto Wolfschoon, presidente de la junta directiva de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP).
El ejecutivo hizo la aseveración en la apertura del III Congreso Internacional de Ciberseguridad, Prevención de Fraudes y Seguridad Física, certamen organizado por la ABP y en el que participan expertos y representantes de empresas de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Estados Unidos, México, Panamá y República Dominicana.
«Afortunadamente en América Latina nos hemos mantenido con un nivel de estabilidad, en particular, en Panamá, creo que podemos sentirnos muy tranquilos de que podemos contar con un sistema bancario sólido, bien capitalizado, con altos niveles de liquidez, muy competitivo», sostuvo Wolfschoon.
El representante de la ABP consideró que la competitividad del sistema se refleja muy claramente en el último reporte de la calificadora Fitch, y que Panamá es el país con el margen de interés neto más bajo de la región, producto de la competencia. Para Wolfschoon, en el caso de Panamá, se trata de un sistema adecuadamente supervisado y regulado.
El ejecutivo también observó que en esta última crisis financiera internacional, las autoridades regulatorias y los bancos centrales tanto de Estados Unidos como de Europa aprendieron las lecciones de la crisis de 2008 y propuso tomar medidas de manera rápida y contundente a la hora de actuar para prevenir un contagio.
El banquero consideró asimismo importante la imagen crediticia positiva que tiene Panamá, refiriéndose a la reciente emisión por parte del gobierno de Panamá de bonos globales por 1.800 millones de dólares en el mercado internacional, a tasas muy razonables.
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