Evolución del comercio y las cadenas de suministro internacionales dependen de elecciones en EEUU

El próximo martes 5 de noviembre, los ciudadanos de los Estados Unidos deciden quién dirigirá el país en lugar de Joe Biden. La elección de uno u otro candidato tiene implicaciones que, por el propio peso político y económico del país en la escena internacional, van más allá de la pura dimensión nacional.

Un reciente informe de Crédito y Caución apunta que, con independencia del resultado, la nueva administración norteamericana mantendrá la senda de políticas comerciales proteccionistas iniciada en 2018. Desde entonces, el peso de China en las importaciones estadounidenses se ha reducido del 22% al 14%, mientras que, al tiempo, han crecido las entradas de productos procedentes de México, la Unión Europea y el Asia emergente.

De cara al futuro inmediato, el informe señala importantes matices para la evolución del comercio mundial en función del resultado. Donald Trump propone volver al proteccionismo agresivo de su primer mandato, con la propuesta de un arancel del 60% sobre las importaciones chinas y un arancel universal mínimo del 10% sobre todas las importaciones.

Por su parte, Kamala Harris dará probablemente continuidad al enfoque comercial de la administración Biden a través de asociaciones regionales en América Latina y Asia para crear cadenas alternativas a China.

Con independencia del resultado electoral, Crédito y Caución prevé que las empresas de todo el mundo profundicen en la diversificación de sus cadenas de suministro para protegerse frente al creciente proteccionismo.

A su vez, las consecuencias para el comercio mundial variarán en función del resultado electoral. En concreto, una eventual segunda presidencia de Trump se traduciría, según este informe, en una reducción del comercio mundial de bienes de un 4% con respecto al que habría con una posible presidencia de Harris.

Con más detalle, se estima que los exportadores estadounidenses en particular sufrirían más que cualquier otro mercado ese escenario, debido a los aranceles de represaría y a la caída de la demanda externa, de tal manera que sus ventas al exterior serían un 12% más bajas.

Así mismo, a corto plazo, México sufriría las consecuencias más graves de este escenario de proteccionismo agresivo, situación que se trasladaría a las negociaciones del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, que debe renovarse en 2026.

Mientras, a largo plazo, China vería retrocesos en el entorno del 5,8% de sus exportaciones en relación con los niveles actuales, aunque otros países emergentes de Asia, como la India o Vietnam, podrían verse beneficiados.

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