A través del nearshoring, las empresas buscan reconfigurar sus cadenas de valor, haciéndolas más cortas con la finalidad de acercarlos a los centros de producción con los mercados finales.
Evidentemente, esto representa todo un nuevo movimiento, que si bien es cierto no es un concepto nuevo, en los últimos años ha adquirido un importante auge impulsado por una serie de disrupciones entre ellas, la pandemia del Covid-19, los cambios en la geopolítica global, la guerra entre Rusia y Ucrania, las restricciones de movilidad y los altos costos operativos, entre otros.
El nearshoring es un tema trascendental y del cual todo el mundo está hablando en la actualidad. Sin embargo, del mismo modo, muy pocos mantienen una planificación y mantiene una estructura de ejecución. Más bien, se centran en realizar inversiones sin reparar en los eventuales problemas que se puedan presentar durante el desarrollo de esta estrategia de comercio.
Al respecto, Mauricio Garza Kalifa, CEO de Interpuerto de la ciudad de Monterrey, durante el webinar denominado «Impacto del Nearshoring en México y el caso de Tesla en Monterrey«, organizado por la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas (OMCPL), profundizó sobre el auge que ha tenido el nearshoring principalmente en México.
¿Qué entendemos cuando hablamos del nearshoring?
En términos simples, el nearshoring consiste en mudar las fábricas del país de origen a uno cercano en el que todo sea más barato y principalmente eficiente. hablamos de salarios de trabajadores, electricidad, combustibles, insumos e, incluso, los impuestos que se puedan aplicar.
¿A qué se debe el auge que ha tenido el nearshoring específicamente en México?
Se debe a que México, de manera particular, es el destino ideal para el nearshoring dada su cercanía con Estados Unidos y sus más de 3.000 Kilómetros de frontera entre ambos países. Además, se piensa que el nearshoring podría aumentar las exportaciones de América Latina y el Caribe en US$ 78.000 millones cada año, según cifras entregadas por el banco Interamericano de Desarrollo (BID). De esa cifra, US$ 35.300 millones corresponden a México. Es decir casi un 45%.
Otro factor relevante es la guerra comercial que existe entre China y Estados Unidos, con productos provenientes de China que estaban teniendo un fuerte impacto en América del Norte.
¿Qué se hizo al respecto?
En muchos casos, durante la presidencia de Donald Trump (2018), se subieron los aranceles a productos de origen chino, con eso, se forzó a que varias empresas que se fueron a Asia para producir se vinieran a Estados Unidos, Canadá o México.
Entonces ¿El T-MEC jugó un rol fundamental en este aspecto?
Ciertamente. Con la entrada en vigencia se actualizó el acuerdo, esto trajo inicialmente varias críticas de empresarios, pero resultó ser una medida positiva al poner reglas claras respecto a este vínculo comercial. No olvidemos que este tratado entró en vigencia en 1994, cuando el mundo era muy distinto a lo que vivimos hoy. Por ejemplo, a principos de los 90’s, prácticamente nadie compraba por internes, algo que es muy distinto en la actualidad.
¿La industria logística es algo que ha cambiado mucho también?
Sin lugar a dudas. Eso creo es la gota que derramó el vaso, y nos dimos cuenta con el inicio de la pandemia, que la logística era muy frágil. Con la pandemia, se volvió un sector «de locos». Un contenedor de China a Estados Unidos que costaba antes del 2020 entre US$ 2.000 o US$ 2500, luego llegó a estar a US$ 16000. Por lo tanto, en pandemia se quintuplicó el costo logístico. Toda esa realidá motivó el traslado de empresas de Asia a Norteamérica, transformándolo en el mercado más grande del mundo.
¿El nearshoring tiene algún tipo de amenazas?
Como todo en este mundo empresarial, una acción motiva una reacción. Al haber más ofertas de empleo, podría generar una escasez de mano de obra porque se está creciendo más de lo que se está generando. También, esa mano de obra se está encareciendo debido a que los trabajadores se están yendo donde pagan mejor. Eso es algo que se debe balancear.
¿Se ha dado una mayor presencia inversora de empresas chinas en México?
Sí. Hace un año se está viendo una oleada de empresas chinas muy fuerte. Incluso, en algunos meses, no todos, hemos visto que la inversión china ha sido más fuerte que la propia inversión de Estados Unidos en México. Eso qué nos muestra, que se trata de empresas chinas que exportaban desde Asia pero se tuvieron que venir a México para surtir al mercado estadounidense.
¿Cuáles son los desafíos inmediatos debido el auge del nearshoring en México?
Principalmente mejorar la infraestructura logística. Actualmente se podría estar viviendo una crisis de espacios industriales. Con seguridad habrá un fenómeno respecto a que todos nos vamos a volver desarrollados industrialmente, se van a construir más centros logísticos que querremos arrendar. Esto motivará a que el mercado no los va a absorber tan rápido. Esto va a suceder probablemente hasta el 2025. Siento que llegará un momento en que la oferta va a sobrepasar la demanda, hacia esos desafíos hay que apuntar.
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