El Grupo CMA-CGM se ha adherido al proyecto piloto Júpiter 1000 impulsado desde GRTgaz en la región francesa de Fos-sur-Mer, con el fin de acelerar su transición hacia los nuevos combustibles bajos en carbono.
A través de esta iniciativa, se ha puesto en marcha una instalación para la producción de hidrógeno verde procedente de fuentes renovables y e-metano, un gas sintético que utiliza el hidrógeno y el CO2 capturado a través de un proceso industrial. La idea es convertir una parte de la energía renovable, aprovechando que es abundante, en energía baja en carbono, de manera que pueda ser almacenada a gran escala durante largos periodos.
Tras una fase de estudio y los correspondientes trámites administrativos para el inicio de la construcción, el primer electrolizador inyectó hidrógeno por primera vez en la red de GRTgaz en febrero de 2020, mientras que en noviembre de 2021 entró en servicio un segundo electrolizador.
A través de la producción de hidrógeno, Júpiter 1000 también recicla CO2, que convierte en gas sintético. En este sentido, el CO2 producido por la caldera en Asco Industrie, una planta de producción de acero situada en la zona, es capturado y posteriormente trasladado en tubería hasta las instalaciones del proyecto.
Así, es reciclado con el hidrógeno en una unidad de metanización instalada por Khimod, que estará lista en junio de 2022. El gas sintético resultante puede ser utilizado en lugar del gas fósil y empleado libremente en las redes de transporte y distribución.
Gracias a los resultados de este proyecto, CMA-CGM podrá acelerar el desarrollo de la producción de metano sintético para la descarbonización de sus operaciones. En este momento, cuenta con 28 buques preparados para el uso de e-metano.
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