El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) es popularmente conocido por ser el laboratorio de física de partículas más grande del mundo. El recinto alberga una serie de aceleradores de partículas, el más grande de los cuales es el reconocido -y polémico, en su momento- Gran Colisionador de Hadrones (LHC). .
Tal como publica Fayer Wayer, el CERN ha realizado importantes descubrimientos sobre la física de partículas, incluyendo la existencia del bosón de Higgs, la partícula responsable de dar masa a otras partículas. El laboratorio también ha desarrollado tecnologías que han tenido un impacto significativo en la sociedad, como la World Wide Web. Ahora, un nuevo experimento del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) podría probar la existencia de las misteriosas partículas fantasma en el Universo. Estas partículas, que han desafiado la comprensión convencional del cosmos durante mucho tiempo, podrían revelar secretos cruciales sobre la estructura del mundo que nos rodea y su evolución.
El misterio de la materia y la energía oscura
Lo que podemos ver en el cosmos, incluyendo estrellas, planetas y galaxias, constituye únicamente el 5% de la materia real del Universo. El otro 95% es considerado un vasto “Universo oscuro” aún desconocido, donde la materia oscura ocupa aproximadamente el 27% y la energía oscura el 68%.
Las partículas fantasma son hipotéticos elementos invisibles e indetectables que, según algunos modelos teóricos, componen la materia oscura y la energía oscura. Estas partículas no interactúan con la materia observable, son incapaces de producir, reflejar o absorber luz, y son extremadamente difíciles de medir.
Los científicos del CERN creen haber encontrado una manera de demostrar si las partículas fantasma existen o no. El Proyecto de Búsqueda de Partículas Ocultas (SHiP) ha dado luz verde a un innovador experimento en busca de evidencia sobre estas partículas.
Un instrumento más potente y una nueva técnica
El nuevo instrumento, parte del proyecto SHiP, promete ser mil veces más sensible que sus predecesores. A diferencia del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), este dispositivo impactará las partículas contra una superficie dura en lugar de hacerlas chocar entre sí, abriendo nuevas puertas para comprender la composición del Universo.
Lo que realmente me atrae del experimento es que estas partículas están justo delante de nuestras narices, pero nunca hemos podido verlas debido a la forma en que interactúan, o más bien a la forma en que no interactúan”, dijo a la BBC el profesor Mitesh Patel del Imperial College. “Somos exploradores y creemos que podemos ver algo interesante en este nuevo terreno. Así que tenemos que echar un vistazo”.
Los científicos del proyecto SHiP buscan que el colisionador divida las partículas en fragmentos aún más pequeños, para finalmente poder detectarlas. El experimento podría iniciar la búsqueda de las partículas fantasma hasta 2030. El éxito del experimento SHiP podría revolucionar nuestra comprensión del Universo. Si se confirma la existencia de las partículas fantasma, se abriría un nuevo campo de investigación con implicaciones para la física, la cosmología y la astrofísica.
La búsqueda de las partículas fantasma es un ejemplo fascinante de cómo la ciencia avanza al desafiar las ideas preestablecidas. Este nuevo experimento nos acerca a desentrañar algunos de los misterios más profundos del Universo.