La debilidad de la demanda de transporte marítimo internacional está provocando que se reduzca con fuerza la congestión que ahogaba hasta reciente fechas a algunos de los principales puertos del planeta. De igual manera, la tendencia también está permitiendo que mejore la fiabilidad de los servicios, con rutas que cada tienden a ajustarse cada vez más a los tiempos de tránsito previstos.
Como resultado, parece que existe en el mercado un cierto exceso de capacidad que, combinado con una demanda a la baja, podría conducir, a juicio de ciertos operadores, a una posible guerra de precios. En este contexto, Frieghtos calcula que los fletes han caído un 7% en la última semana y que se colocan un 79% por debajo del registro que tenían hace un año.
De manera particular, los precios de los precios de los servicios que unen Asia y la fachada oeste norteamericana han caído un 1% semanal y un 91% anual, mientras que los trayectos entre el continente asiático y la costa este de los Estados Unidos no han variado en la última semana, pero quedan un 84% por debajo de los de hace un año.
A su vez, los fletes de las rutas entre Asia y el norte de Europa disminuyen un 15% semanal y un 80% anual. Al tiempo, los servicios transatlánticos también evolucionan un 6% a la baja en la última semana y un 29% en el último ejercicio.
En todos los casos se está dejando notar el retroceso en los volúmenes de transporte requeridos desde Asia, pese a que se han incrementado las omisiones de servicio, mientras que las principales alianzas desarrollan acuerdos para compartir espacios para servicios spot entre ellas.
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