Las alertas por sequía hace tiempo que ya no entienden de estaciones. La escasez de agua se ha convertido en una constante y cada vez son más las poblaciones que se ven afectadas. De hecho, para 2050, se espera que millones de personas vivan en zonas de estrés hídrico. Así pues, es fundamental actuar con premura y encontrar soluciones efectivas ante una problemática que, si no se revierte pronto, causará efectos devastadores en el clima, los ecosistemas y las poblaciones.
Según publica Cibersur y con motivo del Día Mundial del Agua, desde Esri España, líder global en soluciones geoespaciales, se ha querido poner de manifiesto el papel fundamental que juega la tecnología y el componente geográfico a la hora de combatir la sequía, ya que proporcionan un enfoque holístico y transversal que permite actuar en todas las fases del ciclo del agua. De este modo, los Sistemas de Información Geográfica tienen dos campos de actuación diferenciados para combatir a la sequía.
Por un lado, permiten gestionar recursos hídricos como acuíferos y embalses. Gracias a la tecnología geoespacial es posible realizar análisis batimétricos y monitorizar en tiempo real el estado de las reservas hídricas. Esto permite que las administraciones públicas sean conscientes de la situación en todo momento y tomen decisiones informadas, algo fundamental a la hora de establecer cortes de suministro o medidas restrictivas.
Por otro lado, los Sistemas de Información Geográfica (GIS) son empleados por las empresas de gestión del ciclo integral del agua para multitud de tareas, desde el control de fugas hasta análisis espaciales y modelados predictivos. Revertir la sequía es posible con la gestión eficiente de las infraestructuras.
La aplicación de los Sistemas de Información Geográfica en los diferentes procesos del ciclo del agua ha marcado un antes y un después en lo que a la gestión de este recurso se refiere. Las empresas y administraciones públicas han comenzado a apostar por este tipo de soluciones debido al amplio control que ofrece sobre los procesos, dotando a los profesionales de una monitorización y visualización completa de la infraestructura. Estos son algunos casos prácticos de como las empresas de gestión del agua se benefician de los GIS:
Aljarafesa
Utiliza tecnología geoespacial para analizar datos espaciales relacionados con el suministro de agua, la demanda, la calidad y la infraestructura asociada. Esto ayuda a comprender mejor la distribución geográfica de los recursos hídricos y las necesidades de gestión. La solución ofrece capacidades para modelar el ciclo hidrológico, incluyendo la captura, almacenamiento y distribución de agua, lo que posibilita a las empresas simular diferentes escenarios y evaluar el impacto de sus decisiones en la gestión de este recurso tan preciado.
Aguas de Cádiz
El panorama de la sequía hace que en ACASA se estén desarrollando nuevas herramientas. La primera permitirá tener controladas las conducciones con agua de alta residencia y fondos de saco, para evitar así que estos puedan vaciarse en la red si se llevasen a cabo cortes de suministro de agua, lo que supondría un riesgo para la salud, y una segunda que permitirá la localización temprana de fugas mediante un modelado preciso de la red.
Aplicaciones como Workforce, unido a procedimientos de trabajo específicos, posibilita actualizar las redes casi en tiempo real en lo que a materiales y diámetros se refiere, además del estado de apertura y cierre de válvulas, obras, cortes de suministro, avisos, etc.
Gracias a todo el potencial que ofrecen los GIS con sus distintas aplicaciones web e integraciones se puede llevar a cabo de una forma más eficiente y controlada la gestión. En estos tiempos de escasez de agua, los controles se agudizan, aprovechando todo el potencial de los GIS
EPECIAR
En este proyecto del Retortillo-Écija, el objetivo reside en ayudar a la comarca a gestionar el agua de la manera más eficiente posible, ya que la región se encuentra enmarcada en una zona agrícola. De este modo, el uso de la tecnología geoespacial de Esri es de vital importancia para la lograr una buena optimización del recurso en una zona con alto estrés hídrico.