Múltiples compañías se encuentran en la búsqueda de rutas alternativas por vía aérea, terrestre y marítima para transportar una gran variedad de mercancías a los minoristas, debido a la situación que se está viviendo en el Mar Rojo por los ataques procedentes desde territorio yemení.
Según Reuters, los milicianos hutíes respaldados por Irán en Yemen han intensificado los ataques contra embarcaciones en el mar Rojo desde el pasado 19 de noviembre, en señal de apoyo a Hamás debido a la ofensiva militar que Israel está llevando a cabo en Gaza. Estos ataques han generado grandes contratiempos en una ruta comercial clave que conecta Europa y América del Norte con Asia a través del Canal de Suez. Los costes de envío de contenedores han experimentado un aumento significativo, llegándose a triplicar en algunos casos, en un momento en que las empresas buscan otras alternativas para hacer llegar los bienes; en la mayoría de casos, la solución por mar se convierte en un largo periplo por el norte de Asia o el sur de África -pasando por el Cabo de Buena Esperanza-.
De acuerdo con un informe de S&P Global, en caso de que las interrupciones se prolonguen, el sector de bienes de consumo que abastece a los principales minoristas a nivel mundial, como Walmart y Target, será el más afectado.
Algunas compañías están explorando la posibilidad de cambiar su operativa y optar por el transporte intermodal, que implica el uso de dos o más modos de transporte, según explica Jan Kleine-Lasthues, director de operaciones de Hellmann Worldwide Logistics, al citado medio estadounidense.
En este contexto, la carga aérea se vislumbra como una de las soluciones más viables a corto plazo, a pesar de que los precios por kilo han aumentado entre un 3% y un 30% durante la última semana, según datos aportados por Freightos Air Index. La ruta que más encarecido ha visto su precio es la que va desde China al Norte de Europa, cuya tarifa se sitúa ya en 4,38 euros por kilo.
El Canal de Suez es un punto estratégico para el tráfico de mercancías no sólo entre Asia y Europa, sino también entre oriente medio y el viejo continente. En los buques que circulan a través de sus aguas, las compañías transportan grandes cantidades de combustibles, alimentos básicos como cereales e incluso piezas electrónicas y vehículos eléctricos que tienen como fin el mercado europeo.
Grandes empresas en el ámbito de la energía, como es BP, ya han anunciado que dejarán de transportar sus combustibles por esta vía. Otras, como Geely -el segundo mayor fabricante de vehículos chino-, advierten de que esta situación alargará los tiempos de envío de vehículos eléctricos a nuestro continente.
Más allá de los largos tiempo de tránsito esperados si las compañías marítimas optan por vías alternativas para el transporte de mercancías, las compañías esperan un reajuste del precio de los fletes, los cuales incrementarán los costes logísticos, que acabarán afectando a los precios finales de las mercancías.