Los parques industriales de zonas francas se vuelven más atractivos para empresas multinacionales que desean relocalizar sus fábricas. Son el principal aliado de República Dominicana (RD) para atraer a las empresas de otros continentes que buscan ubicarse en Centroamérica y el Caribe, como parte de la reconfiguración de las cadenas de suministro.
El gran reto ahora es ofrecer operaciones digitalizadas. Esta es una gran oportunidad, no sólo para la media isla, sino también para Centroamérica, a juicio de Gustavo González de Vega, presidente de la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA). Estamos en una etapa en la que las empresas “están valorando relocalizarse en lugares que estén cerca de su proveedor y su destinatario final”, considera. Tal como publica Forbes, el reto para RD es que más compañías logren certificaciones de seguridad como la denominada Operadores Económicos Autorizados (OEA), que garantiza que los procesos de la fábrica son seguros y que, tanto sus controles como procedimientos, son suficientes para acreditar el cumplimiento de la normativa aduanera.
RD tiene una oportunidad “para posicionarse como el polo tractor de esas empresas que están buscando una nueva ubicación”, opina el presidentede la AZFA, que agrupa a casi 600 zonas francas de más de 25 países.
González menciona que las zonas francas en la región se adaptan de forma acelerada a la Revolución Industrial 4.0, pero advierte que deben trabajar en la digitalización de todos los documentos que relacionan a las aduanas, zonas francas y empresas: “Hablamos de zona franca 4.0”, una revolución que ya ocurría, pero que la pandemia vino a catapultar.
República Dominicana ha aprobado la instalación de 71 nuevas empresas, que representan una inversión que ronda los US$ 400 millones de dólares.