Los bancos regionales tuvieron un buen desempeño financiero en 2023 pese a que todavía asoman signos de un débil crecimiento económico con variantes en cada país. Los créditos siguieron aumentando, pero son los depósitos los que mostraron un mayor avance.
En efecto, como publica El Economista, el año pasado fue positivo año para la banca centroamericana, que registró un buen desempeño financiero y cerró sus balances con números favorables. La agencia calificadoras lo catalogan como una “dinámica de negocios normal”, en la que han sostenido una buena calidad de préstamos y mantenido una buena gestión del margen de interés. Algo que también advirtió, Rolando Martínez, director senior de bancos de Fitch Ratings para América Latina.
Según Martínez, los buenos números se ven reflejados en la rentabilidad sobre sus activos totales (ROAA), que el año pasado crecieron a tasas de entre 0.6% en Costa Rica hasta los 2.3% en Nicaragua, siendo estas similares a las reportadas en diciembre de 2022 aunque con miras a reducirse moderadamente este 2024.
SCR filial Moody’s también evalúa 2023 como un buen año a partir de varios indicadores bancarios. “En 2023, los bancos de la región mostraron ser resilientes al contexto de inflación creciente y costo altos de financiamiento, lo cual es evidenciado por el robusto incremento en la cartera crediticia con tasas de expansión anual a dos dígitos”, señaló.
“Los bancos están gestionando efectivamente el margen de interés y sostienen una buena calidad de préstamos, a la vez que han implementado estrategias exitosas en la contención del gasto”, dijo la agencia. Asimismo, SCR destacó que el ROE, que mide la rentabilidad de una empresa en relación con el patrimonio de sus accionistas, se mantiene a dos dígitos en todos los países de la región, menos Costa Rica.
“Las entidades bancarias regionales han mantenido una capacidad sólida para crecer y generar beneficios”, afirmó la agencia. Los créditos también han sido un buen indicador de 2023. Martínez de Fitch, afirma que el crédito tuvo un crecimiento muy activo sobre todo en Honduras, Nicaragua y Guatemala, países que tuvieron un crecimiento crediticio por encima del 10%.
La excepción fueron Panamá y El Salvador, donde su crecimiento se desaceleró respecto al año pasado, a tasas de entre 4 y 5%, que son más bajas que las tasas de entre 10 y 11% presentadas en 2022. En Costa Rica, el crecimiento crediticio fue modesto, pero más relacionado a su apreciación cambiaria que a su desempeño.
“La expansión del crédito continuará moderada debido al modesto crecimiento que experimentan las economías de la región, vinculado a diversos shocks externos como cambios en las tasas de interés de la FED, conflictos bélicos en Europa, presiones inflacionarias, cambios tecnológicos y ciberseguridad”, según SCR.
Adicionalmente, “los desafíos económicos, fiscales, sociales y políticos, inherentes a cada uno de los países de la región podrían limitar el crecimiento de la cartera crediticia”, prevé la agencia.